Todos los partidos aragoneses, salvo el PP, mostraron ayer su respaldo a la decisión de la ministra de Medio Ambiente de encargar una auditoría sobre la gestión en la Confederación Hidrográfica. Sus portavoces recordaron las continuas denuncias realizadas de las irregularidades en la cuenca, tanto del mercado negro del agua como de roturaciones.

El portavoz parlamentario del PSOE en las Cortes de Aragón, Jesús Miguel Franco, señaló que debe haber una responsabildiad ciudana y empresarial en la gestión hídrica, por lo que pareció correcto que Cristina Narbona quiere "cortar" de plano las irregularidades.

Su homólogo del PAR, Javier Allué, subrayó que la Confederación del Segura no se ha caracterizado durante los últimos años en una gestión transparente. "Recuerdo que cuando bajamos hace dos años a Murcia pudimos ver cómo se roturaban tierras sin ningún tipo de control", añadió.

Para el presidente de CHA, Bizén Fuster, la auditoría y el relevo de la cúpula del Segura son medidas "adecuadas" frente a una realidad, la existencia de pozos ilegales, "reconocida" incluso por el PP". A su juicio, Narbona demostrará una nueva forma de gestionar si lleva hasta el final el caso del Segura. La misma tesis fue defendida por el secretario regional de IU, Adolfo Barrena, quien consideró "lógico" que la ministra inicie su actividad en donde existen "deficiencias". H