Irreal y poco comprometido con Aragón. Son las conclusiones que extraen los grupos de la oposición, PSOE, CHA e IU, del discurso del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el debate del Estado de la Nación. Más benevolentes se muestran PP y PAR. Aunque los aragonesistas echaron en falta una posición más contundente contra el trasvase del Ebro.

El portavoz del PP en las Cortes, Antonio Torres, aseguró que el presidente lanzó un mensaje de esperanza a los ciudadanos. "Quedó claro que ya ha pasado lo peor y que es posible mirar el futuro con optimismo", dijo. En su opinión, ya se está creando empleo y la bajada de los impuestos que anunció será positiva para la reactivación de la economía. Además se felicitó por las medidas contra la corrupción que anunció Rajoy y del mensaje en favor de la Constitución, frente a los que quieren imponer sus posiciones nacionalistas.

El vicepresidente del PAR, Alfredo Boné, recibió con "expectación" los anuncios económicos de Rajoy en el debate, especialmente "los incentivos a la contratación y las políticas de crecimiento". Reclamó, eso sí, que "implique de manera activa a las comunidades en la definición y puesta en marcha de las medidas de crecimiento anunciadas". Admitió sin embargo, que le hubiese gustado "escuchar una posición clara en contra de los trasvases y reafirmar compromisos concretos con Aragón, en línea con el acuerdo de gobernabilidad y con los compromisos que se alcanzan en la Comisión Bilateral".

Para el portavoz del PSOE, Javier Sada, Rajoy ofreció un discurso "totalmente alejado de la realidad". "Vendió triunfos sin el rubor del drama que están viviendo miles y miles de personas por unas políticas, las del PP, que no hacen sino empeorar su situación", lamentó. Criticó además que Rudi, "lejos de defender a la gente de Aragón, a los aragoneses, aplaude y elogia las políticas de Rajoy, aunque estas perjudiquen y azoten a nuestra comunidad. Nos tememos que también será una firme defensora del trasvase, aunque ayer Rajoy eludiera el tema".

En esta línea, José Luis Soro (CHA) criticó que Rajoy no rechazase el trasvase del Ebro, aunque "Chesús Yuste se lo puso, como suele decirse, a huevo. El presidente reafirma así nuestra tesis de que, antes o después, con el PP en La Moncloa, se hará el trasvase, primero sobre el papel y luego, cuando haya dinero, poniendo la tubería". La posición antitrasvasista del PP de Aragón en el Gobierno de Aragón "es pura pose de conveniencia". "Me siento orgulloso de que Chesús Yuste haya hecho que Aragón esté presente", recalcó.

Patricia Luquin (IU) lamentó que Rajoy no contestara a ninguna de las preguntas claras y concisas e interpelaciones que le hizo Chesús Yuste. "Vemos con mucha preocupación que no haya descartado el trasvase del Ebro, dejando pasar una oportunidad muy clara para cerrar de forma definitiva el debate sobre trasvase sí, trasvase no y una vez más ningún compromiso con la reapertura del Canfranc. Lo único que ha avanzado del debate del año pasado, es que este no "perdió los papeles", dijo.