Se encontraron con un vagón totalmente quemado y oxidado por dentro, tanto que su rehabilitación se intuía difícil. Sin embargo, un verano más los jóvenes del campo de voluntariado de Canfranc, de entre 18 y 26 años, han restaurado el coche de pasajeros y, próximamente, podrá ser visitado dentro de las rutas guiadas en la estación internacional. Venidos de Francia, República Checa, Alemania México y diferentes partes de España, 19 chicos y chicas han trabajado estos días, cuatro horas cada mañana, para devolver a la vida a este vagón.

«Por dentro estaba muy mal, no se podía recuperar nada de material. Estaba retorcido y desfigurado, así que lo que hicimos fue limpiarlo, lijar muy bien el techo, el suelo y tapar las goteras. Se han colocado ventanas opacas para que no se vea el interior, pero por fuera está perfecto», contaba a este diario Víctor López, director del campo de trabajo de la Asociación Sargantana.

Satisfacción

«Estoy muy satisfecho con el trabajo de los chicos. El vagón ha quedado muy decente, con el color original que tenía cuando funcionaba en la línea del Canfranc», dice López. Se trata de un antiguo coche departamento de literas, donde podían dormir y descansar los pasajeros de la época. Es el segundo vagón que se rehabilita en este campo de trabajo después de que el verano pasado se remodelara un vagón hospital que trasladaba a enfermos desde Canfranc hasta el santuario de Lourdes. «Estos vehículos se traen de Francia para sean restaurados aquí y, una vez terminados, se quedan aquí, en el andén francés», añade López.

Todavía quedarían por rehabilitar en los próximos años dos vagones y una locomotora, que están Tarbes. «Muchos chicos vienen motivados porque les interesa el tema ferroviario, pero otros por conocer el patrimonio, aprender español o directamente para conocer gente», explica el director.

Además de esta actividad, los jóvenes alternan su estancia con actividades en el entorno o excursiones al refugio Buenavista, para ascender después al pico de la Moleta, y al ibón de Estanés. «La experiencia es gratificante en todos los sentidos y es un éxito de convivencia», remarca López.