Agentes de la Guardia Civil auxiliaron el domingo al pasajero de un coche que empezó a encontrarse mal, porque se agotó el oxígeno de la máquina que le ayudaba a respirar cuando viajaba por la N-234, a la altura de la localidad turolense de Escucha. Los agentes, al ver el vehículo parado, se acercaron y el conductor les explicó la situación, por lo que le llevaron a Teruel, en estado de extrema gravedad.