Los tres okupas extranjeros en situación irregular que el pasado domingo lanzaron piedras, tejas e incluso cuchillos contra la Policía desde la cubierta de un edificio de la calle Pignatelli, en la zona más degradada del casco viejo de Zaragoza, pasaron en la tarde de ayer a disposición judicial.

Los agresores se exponían en principio a su expulsión de España, dado el hecho de que cuentan con antecedentes y se hallan en situación irregular, pero también cabía su envío a prisión o su puesta en libertad en el supuesto de que no hubiera pruebas sobre su autoría o no se temiera que podían sustraerse a la acción de la justicia.

Deterioro urbanístico

El episodio del pasado domingo se quedó grabado en la memoria de los vecinos de la zona, que recientemente fue objeto de una macrooperación policial para la represión de la delincuencia. Numerosas viviendas están ilegalmente okupadas y la asociación vecinal ha pedido de forma reiterada que se incremente la vigilancia y se ponga fin al deterioro urbanístico.

El lanzamiento masivo de tejas a la calle acabó con la intervención de un grupo especial de la Policía Nacional que subió al tejado y procedió a la detención de los sospechosos. Muchos vecinos comentaron que era gente problemática y que, posiblemente, se hallaban bajo el efecto de sustancias estupefacientes.