Afincado en Zaragoza, aunque nacido en Pamplona, Zoel García de Galdeano (1846-1924) fue un notable catedrático de la facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza que destacó por su compromiso en la modernización y renovación de las matemáticas en España durante la época de la Restauración. «Él se daba cuenta de que el nivel de las matemáticas que se estaba enseñando en España no era similar al de Europa y había que mejorarlo. Había que estudiar y salir al extranjero» explicó Pedro Miana, uno de los comisarios de la exposición sobre Galdeano que está abierta desde el pasado lunes hasta el 28 de febrero en la sala África Ibarra del edificio Paraninfo de Zaragoza

Este catedráctico, que fue maestro y profesor de instituto antes que de universidad, publicó 200 títulos sobre temas relacionados con esta ciencia, de los que una cuarta parte están dedicados a la enseñanza, la didáctica y la pedagogía.

Un gran legado

Su vocación por las matemáticas y por los libros le llevaron a reunir más de 3.000 volúmenes y 40 modelos geométricos que posteriormente legó a la Universidad de Zaragoza y que actualmente se pueden visitar en la exposición del Paraninfo. Su intención era atajar el problema del retraso matemático español, lo que intentó combatir tanto con las obras que adquirió como con las que él mismo publicó. Entre ellas cabe destacar El Progreso Matemático, la primera revista española dedicada exclusivamente a esta ciencia, la cual fue fundada y dirigida por García de Galdeano en la última década del siglo XIX.

Con publicaciones como esta, el profesor quiso divulgar en artículos y reseñas teorías actualizadas de contenido matemático, publicar trabajos originales e intercambiar revistas. Gracias a su fondo bibliográfico, se formó en 1950 la Biblioteca de la facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza.

«Me llama la atención la parte de coleccionar libros, ya que consiguió auténticas joyas. Se relacionaba con gente de primer nivel y era una persona que no había tenido formación. Porque claro, si estudias en Alemania y eres bueno, serás una estrella, pero si sales de un sitio donde hay poca formación es milagroso que llegues ahí», comentó Guillermo Curbera, catedrático de la Universidad de Sevilla y visitante de la exposición.

Además de los libros, como no tuvo descendencia, también donó una buena cantidad de dinero a la facultad en la que trabajó. «Galdeano dejó 35.000 pesetas, lo cual era una auténtica fortuna en el año 1924. Él cobraba 5.000 al año y legó este capital para que la facultad aumentara su biblioteca y para otorgar cada año un premio de 500 pesetas al mejor estudiante de la promoción», puntualizó Miana.

Este matemático también despuntó por ser el primer español en participar asiduamente en congresos y comisiones de la comunidad matemática internacional, así como por ser el primero en ser miembro de un comité de un Congreso Internacional de Matemáticas (ICM). Estos méritos le llevaron a conseguir prestigio fuera del país, ya que en España apenas se le conocía hasta que en noviembre de 1916 fue nombrado presidente de la Real Sociedad Matemática Española (RSME). Con motivo de este centenario se han organizado en Zaragoza, además de la exposición, actividades y talleres que se desarrollarán a lo largo del año.