La firma aragonesa Pastelería Larrosa se ha convertido en un referente de su sector en la elaboración de productos sin azúcar. La empresa echó a andar en 1957 especializándose en tartas, pasteles y roscones, pero la llegada de la segunda generación en torno al año 2000 dio un giro a la compañía, que apostó por diversificar su producción. Hoy, sus productos dietéticos e integrales suponen un importante porcentaje de sus ventas.

«En este sector, como en muchos otros, hay que buscar la diferenciación, si no es difícil competir con los grandes grupos», subraya el director general e hijo de los fundadores, David Ramón Larrosa. Sus palmeras, mantecados y pastas de té sin azúcar, sus barritas integrales con sésamo o sus galletas con fibra y muesly llegan a tiendas y supermercados de toda España e incluso a países como Francia, Bélgica o China.

La apuesta por la especialización de la empresa ubicada en Centrovía (La Muela) le ha permitido posicionarse también en farmacias y en tiendas de dietética de toda España. «Tenemos hasta diez referencias distintas de galletas integrales», destaca el maestro pastelero.

La firma ha ido tomando posiciones en este sector sin azúcar, pero sin olvidar su línea convencional. La compañía llega con todos sus productos a cadenas de supermercados como Alcampo, Simply, El Corte Inglés o Eroski. En Zaragoza, además, trabaja mucho para Frutos Secos El Rincón o Martín Martín. «Operamos con marca propia pero también producimos para el distribuidor», apunta Ramón. De hecho, la firma elabora ocho marcas blancas para otras tantas cadenas de supermercados, un segmento que ya supone el 30% de sus ingresos.

«Nuestro producto estrella es la palmera de bollo de diferentes chocolates, que representa el 40% de toda nuestra producción», indica Ramón, que recuerda que llevan seis años en Centrovía, donde cuentan con 24 trabajadores y una superficie útil de 1.800 metros cuadrados. «La mayoría de nuestros empleados son mujeres y la plantilla ha ido creciendo poco a poco porque en el 2000 había 12 personas», apunta.

El gerente de la empresa aprendió el oficio de sus padres, Carmen Larrosa y Fernando Ramón, quienes en 1957 fundaron la firma en un pequeño local junto a su vivienda de la Ciudad Jardín. «Luego se trasladaron a la calle Caspe, después a Torrero y antes de venir a Centrovía estuvimos en el polígono de Cadrete», explica Ramón, que destaca que cada día salen entre ocho y nueve palets de sus dos muelles de carga.

APUESTA POR LA INNOVACIÓN

Si la compañía zaragozana ha logrado crecer en un sector tan competitivo ha sido gracias a su apuesta por la especialización y la innovación. «Empezamos hace 30 años sustituyendo el azúcar por miel, luego pasamos a la fructosa y desde hace unos doce ya elaboramos nuestra línea integral con polioles (edulcorantes)», explica el gerente.

La firma, que factura en torno a 1,4 millones de euros, también cuenta con una línea de productos elaborados sin aceite de palma. «Todo esto son modas y tampoco está demostrado que sea perjudicial para la salud, pero debemos adaptarnos a la demanda del mercado», concluye.