La esperada visita de la ministra de Fomento, Ana Pastor, a Zaragoza para inaugurar la estación de Goya defraudó notablemente porque no quiso aclarar cuáles son sus planes de futuro para la línea de Cercanías, sobre todo a corto plazo, con la hoja de ruta marcada por el Ejecutivo anterior en la que garantizaba un desembolso de más de cien millones en la red para ampliarla con cinco apeaderos más. Su única mención fue asegurar que su objetivo es ampliar la red. Pero ni cuándo ni un simple compromiso de financiación que, por otra parte, tampoco apareció después en los Presupuestos Generales del Estado. Le bastaba con decir que mantenía el acuerdo del Gobierno anterior, pero no lo hizo.

Pastor llegó con el guión marcado en su primer desembarco en Aragón como ministra, rodeada por una multitud de representantes de la política y la sociedad aragonesa que poblaron el andén de la estación de Delicias a su llegada, escoltada por la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, y el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch. Y con una premisa clara: inaugurar la estación de Goya para abrirla hoy.

Allí lanzó como gran novedad que todos los trenes de Media Distancia tendrán parada en ella (87 circulaciones diarias) y que estas se aprovecharán para reducir las frecuencias --hasta los cinco minutos en el mejor de los casos-- y conectar el centro de la ciudad con capitales españolas como Pamplona, Vitoria, Logroño, Teruel, Huesca, Lérida o Valencia. La ansiada intermodalidad en el centro de la capital, pero ni una palabra sobre la demandada integración tarifaria con el autobús y el tranvía, ni tampoco sobre el billete único o transbordo gratuito.

Si al menos hubiera aceptado que fueran los medios quienes le indicaran qué otras cosas preocupan a los usuarios, lo habría tenido más sencillo para explicarlo. Pero se negó tajantemente a aceptar preguntas de la prensa. Ni ella ni quienes le escoltaban permitieron arrojar un poco de luz al futuro a corto plazo.

Quizá a eso se refería el alcalde Belloch cuando le recordaba a la ministra que "en Zaragoza las cosas solo salen cuando se produce una adecuada colaboración institucional". "Sabes que los alcaldes somos más partidarios de los resultados prácticos y no de la confrontación política, dialéctica o retórica", añadió el primer edil, quien ofreció "lealtad institucional y el espíritu de colaboración".

Una colaboración que Pastor reconoció "fundamental" pero sin comprometerse a nada en concreto. En su discurso destacó que Goya "se enmarca dentro de un plan de infraestructuras para dotar a Zaragoza de una amplia red de Cercanías". ¿Se refería al plan pactado por Blanco o al que anunció ella misma en el que Zaragoza ni aparecía?

Destacó que la apertura de Goya supone una "decidida apuesta por la intermodalidad", así como su "integración con la red ferroviaria de Aragón, con la alta velocidad y con la Media Distancia". Y es que, salvo los AVE, todos los trenes que paran en la intermodal también lo harán en Goya, por lo que "los ciudadanos no tendrán que ir a Delicias", dijo.

En este sentido, Rudi apostilló que confía en que Goya "ayude a que los aragoneses que viven fuera de Zaragoza y su entorno tengan una comunicación más fluida" con la capital.