Diana pudo construir ayer su primer robot. «He dibujado un robot en un vaso de plástico y le he añadido unos ojos», afirmó ayer la joven aragonesa tras salir, acompañada por su madre, de los talleres de ciencia organizados en los patios del edificio Pignatelli. Allí, las jornadas de puertas abiertas con motivo del Día de Aragón ya permitieron disfrutar a numerosas personas de música en directo, representaciones teatrales, yincana de científicas aragonesas y talleres de tecnología.

Estas fueron tan solo algunas de las actividades donde, los más aventureros, también disfrutaron de un circuito de Moto 3 y pudieron ver una exposición de las motocicletas eléctricas de Motorland.

Por su parte, la yincana consistía este año en encontrar a diversas científicas aragonesas por los diferentes patios. Además, al completar el juego los participantes recibieron una planta. «Me parece una buena actividad porque en cada cartel aprendes cosas nuevas», aseguró Julia, una joven que estaba terminando el recorrido.

En siete patios llenos de música y actividades, los más pequeños pudieron pintarse la cara como si fueran robots, así como verse reflejados en un espejo de realidad aumentada. Para tener un buen sabor de boca, se realizó un showcooking sobre borraja que terminó con una cata de vinos de Aragón.

María Ángeles, una madre que acudió por segundo año consecutivo al acto con sus dos hijas, aseguró que habían repetido porque «hay una gran variedad de juegos al aire libre y los niños disfrutan», indicó esta aragonesa.

Según los datos ofrecidos por el Gobierno de Aragón a última hora de la tarde, más de 2.600 personas habían disfrutado ya de las actividades previas al Día de Aragón a esa hora, aunque la cifra aumentó por la noche, ya que el broche final se llevó a cabo con el concierto del rapero zaragozano Rapsusklei.

Todos los actos, que hoy continuarán en este mismo espacio, se realizan bajo un programa que este año visualiza un Aragón marcado por los objetivos de la Agenda 2030, basados en la innovación, la sostenibilidad y el medioambiente, el futuro y el siglo XXI. «Nos basamos en la historia de la comunidad en lo que son los principios culturales, musicales y artísticos. Con todo ello desarrollamos una programación para todos los públicos», subrayó el director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín.

Estas jornadas son, además, un acto idóneo para demostrar el potencial tecnológico en la comunidad y destacar el papel de las mujeres científicas aragonesas. «El objetivo es representar la esencia de la cultura aragonesa», manifestó Escuín.

Actuaciones en directo como la de Joaquín Carbonell atrajeron a cientos de zaragozanos en una tarde nublada. «Hemos venido a verlo y a disfrutar de las actividades por el Día de Aragón, ya que son una fiesta y debe celebrarse como algo conmemorativo», contó Santiago, un joven que acudió acompañado de un amigo a escuchar al cantautor.

El tiempo aguantó y eso permitió que los pasacalles de Caleidoscopio Teatro, inspirados en el folclore popular, trasladaran a los más pequeños y mayores las historias de hadas, duendes y gigantes, que hoy volverán a repetirse en el Pignatelli. «Los pequeños se divierten mucho y es una buena forma de que aprendan», subrayó Beatriz, la madre de Adrián. El menor de 6 años aseguró que lo que más le había gustado había sido «ir en moto».