Tras un tiempo sin agua, las aves del Jardín Botánico pudieron disfrutar ayer de una jornada acuática. Aunque el estanque en el que se encuentran habitualmente los patos y cisnes seguía vacío y lleno de andamios por las obras en el reloj de agua de la pequeña piscina, el servicio de Parques y Jardines habilitó una charca provisional para que los animales pudieran refrescarse. El ayuntamiento tomó estas medidas tras publicar EL PERIODICO la situación en la que se encontraban las aves.

Una pequeña depresión de tierra situada a unos 100 metros del estanque de cemento fue la mejor atracción contra el sofocante calor que estos días pasados sufrieron los animales. Según varios vecinos que se encontraban ayer en el parque, los patos y cisnes llevaban "desde el jueves sin agua". Sin embargo, desde el ayuntamiento se aseguró que, aunque las obras empezaron el lunes pasado, 16 de agosto, las aves "estuvieron sin agua sólo durante unas horas", ya que "todos los días se había regado la charca provisional, excepto el domingo y parte del lunes".

NINGUNA BAJA Desde el ayuntamiento se apuntó también que no se había producido "ninguna baja de aves", y que "todas se encuentran en perfecto estado, ya que de no ser así ya se habría avisado al veterinario clínico del Instituto Municipal de Salud Pública, persona que habitualmente se ocupa de la salud de los animales del parque". Además, según el consistorio, "los expertos aseguran que si los patos hubieran tenido hambre y sed se hubieran ido a un entorno más favorable, y ese fenómeno no ha ocurrido".

Sin embargo, los paseantes fijos del recinto no compartían ayer la misma opinión, ya que algunos aseguraron que "el cisne no se encuentra en buen estado y que sigue en la misma posición desde hace dos días, cuando siempre había sido muy alegre". Y lo cierto es que esta ave, junto con otro pato, se encontraban ayer en el recinto del estanque vacío debajo de unos arbustos, mientras todos los demás disfrutaban del agua.

Por otra parte, Isabel López, concejala del Parques y Jardines, aseguró que "este fin de semana se llenará por completo el estanque", por lo que no había que preocuparse. "Durante estos días --dijo--el único problema que hubo con los patos era que los cubos de agua daban mala imagen y la gente se asustó, aunque no había ningún motivo".

Las mismas fuentes indicaron que, a pesar de que los vecinos se quejaron hace dos días del estado de los patos y cisnes, "han estado en todo momento cuidados y atendidos por la persona encargada de los animales en el parque, que es la misma que cuida los pájaros de La Rosaleda, un trabajador de Parques y Jardines".

No obstante, la opinión de algunos usuarios del parque aseguran que es "el dueño del la terraza La Rosaleda, situada en el parque, el que da comida, agua y limpia a los pájaros" que se encuentran en la jaula. Esta persona, aseguró ayer a este periódico que "el ayuntamiento se ocupa del parque, pero no hay ninguna persona asignada al cuidado de estas aves, periquitos en su mayoría", por lo que él se ocupa "en sus ratos libres" de su cuidado.