La catalogación de la antigua clínica del Doctor Lozano como bien del patrimonio cultural aragonés llega dos años después de que la promotora Grupo Pinar 99 obtuviera el visto bueno de la comisión provincial de Patrimonio para levantar en los jardines privados del edificio, en la calle Lagasca, un bloque de viviendas de nueva planta de doce alturas. Ayer, el Boletín Oficial de Aragón (BOA) publicó la orden de protección por "ser uno de los escasos ejemplos de residencia burguesa de principios del siglo XX que se conserva en el paseo Sagasta".

También figuraban ayer en el BOA como Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés el edificio de la sede de la Santa y Real Hermandad de Nuestra Señora del Refugio y Piedad, sito en la calle Crespo de Agüero número 5 de Zaragoza; el bloque de viviendas de la calle Prudencio número 25 de Zaragoza, de estilo modernista; el Casino y el Teatro Marín de Teruel, y la también modernista Casa Bayo o de Los Retales de dicha capital.

La declaración de todos estos inmuebles supone, tal y como consta en la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés, su protección "con fines de investigación, consulta y difusión, y determinar su compatibilidad de uso con su correcta conservación". Así "cualquier intervención en un bien inmueble catalogado y en su entorno precisará la autorización previa del departamento responsable de patrimonio cultural".

En el caso de la antigua clínica del Doctor Lozano, el solar en donde está prevista la nueva edificación está ocupado en la actualidad por un jardín privado de unos 2.000 metros cuadrados. Pero en el texto del BOA no hay mención alguna sobre ello.

El edificio fue proyectado en 1903 por el arquitecto Félix Navarro para albergar la clínica y la residencia familiar del doctor Ricardo Lozano Monzón. Aunque el original se fue desvirtuando en parte con sucesivas remodelaciones. Y ya en 1916, Manuel del Busto realizó una ampliación "que rompió la simetría axial de la fachada principal al cerrar el angular entre el paseo Sagasta y la calle Lagasca configurando un cuerpo cerrado con miradores volados", se lee en la explicación de la catalogación.

En cuanto al edificio que alberga la sede de la Santa y Real Hermandad de Nuestra Señora del Refugio y Piedad, lo proyectó el arquitecto Regino Borobio Ojeda en 1929 e inaugurado en 1932.