-Parece que el covid lo ha empañado todo, pero enfermedades como el cáncer siguen ahí. ¿Qué 2021 nos espera en cifras teniendo en cuenta las consecuencias de la pandemia?

-Es complicado hacer una previsión, pero la preocupación mostrada el año pasado se mantiene. Lamentablemente no hemos mejorado, los pacientes oncológicos se han visto afectados en su día a día de forma muy significativa y los retrasos en los diagnósticos significan una pérdida irreparable. El confinamiento fue dramático y de eso salimos, pero se aplazaron muchas pruebas, ha habido tratamientos que no empezaron o que lo hicieron tarde y eso supuso un retraso considerable que lo comprobaremos este año

-Un diagnóstico tardío tiene mala solución y poca prevención.

-Obviamente. Los médicos durante los meses de septiembre y octubre ya lo han estado viendo en los hospitales.

-Sanidad asegura que el programa de cribado de colon se retomó el 1 de diciembre. ¿Les consta?

-Con la información que disponemos nosotros de contactos con algunos centros de salud, sinceramente, he de decir que de momento no sabemos de nadie que lo haya iniciado. A lo mejor sí y no lo sabemos bien, hemos pedido la información pero no la tenemos todavía, pero no nos consta que se haya retomado. Estamos muy preocupados por este cribado porque el cáncer colorrectal es el más frecuente en la población si sumamos a hombres y mujeres. El programa de cribado está creado, y así lo demuestra, para salvar vidas porque es eficaz. Si no se desarrolla, todos esos casos no se detectan. Aún no había llegado al 100% de la población en Aragón, se estaba lejos, pero el problema es que se ha parado.

-¿Tienen alguna estimación de cuántos cánceres, sean de colon u otro tipo, no se están detectando debido a la pandemia?

-No y es muy difícil saberlo. De lo que sí estamos seguros es de que este 2021 lamentablemente vamos a asistir a más diagnósticos, muchos de los cuales serán más tardíos y probablemente habrá un incremento de la mortalidad. Si esta no aumenta será por una cuestión estadística porque el covid también afectará a pacientes oncológicos. En cualquier caso, las personas que mueren por covid siguen siendo muchísimas menos de las que mueren por cáncer cada año.

-Aragón vive ya su cuarta ola de covid. ¿Temen su efecto en el paciente oncológico?

-Cada vez que amenaza una nueva ola de contagios se acentúa el miedo a que esa presión asistencial colapse el sistema. En todas las oleadas ha habido afecciones a los tratamientos de cirugía porque algunos requerían ingreso en la uci y, en momento concretos cuando estaban muy llenas, muchas operaciones no se hacían. Obviamente solo las que podían esperar, que tampoco era lo conveniente, pero se hizo. Y esto puede volver a pasar este mes o en febrero sin ningún problema.

-Hay pacientes que por ese miedo no quieren ir al centro de salud y eso también influye en el diagnóstico tardío.

-Sí, nos consta que hay personas que por miedo no han acudido al médico. La afección es menor cuando ya han empezado el tratamiento, pero antes de este hay pacientes reacios. Se ha trasladado la idea de que acudir a Atención Primaria no es seguro y lo mejor era no ir, por lo que la gente le coge miedo y en ese retraso de diagnósticos se incluye también la voluntariedad del paciente, que pospone el acceso. Creo que determinados mensajes a la sociedad se han trasladado mal porque no puede ser que se tenga más miedo a ir al médico que a tomar un café.

-El problema lo centran sobre todo en Atención Primaria

-Le hemos ofrecido a Sanidad colaborar para solucionar la atención al paciente oncológico en los centros de salud. El sistema de Atención Primaria es totalmente caduco. La organización tiene fisuras y en plena pandemia todo se ha agravado, ha hecho aguas y se está hundiendo. Para rescatarlo hay que sentarse a hablar y ahí los pacientes tienen mucho que decir. Entiendo que estamos en un momento de crisis sanitaria, pero es el momento de adecuar el nuevo panorama sanitario a nuestra sociedad. Cada vez hay más cronicidad y eso es algo que hace dos décadas no cundía tanto. Algo está cambiando y hay que mover ficha.

-¿Esperan avances en el tema de cuidados paliativos?

-Si antes las personas que los requerías tenían dificultades para acceder a ellos, ahora es mucho peor. En Aragón los cuidados paliativos son escasos, harían falta más profesionales que pudieran atender a los enfermos y durante el confinamiento todo se ha complicado muchísimo. Hay más personas que los necesitan y estamos doblemente escasos.

-¿Han notado la pandemia en la asociación en Aragón?

-Todos nuestros servicios son gratuitos y sí hemos notado que menos personas que se han puesto en contacto con nosotros. Si fuera porque hay menos cáncer, sería una buena noticia, pero no ha sido así y nos preocupa porque se traducirá en casos tardíos.