Los ciclistas de Zaragoza volvieron a salir a la calle ayer para reivindicar más seguridad y más derechos. La marcha, organizada por el colectivo Pedalea, finalizó en el seminario para protestar contra las multas que de forma "indiscriminada" han sufrido los ciclistas en los últimos diez días como consecuencia de la huelga de celo de la Policía Local. Ocho personas presentaron alegaciones. Pedalea se reunirá en asamblea mañana y decidirá cuál es el siguiente paso reivindicativo.

El recorrido diseñado, desde la plaza España hasta el edificio Seminario en Los Enlaces, no contemplaba ni un solo carril bici. Los más de 200 ciclistas, según el colectivo, recorrieron Independencia, puerta del Carmen, la avenida Valencia y Gómez Laguna para llegar al Seminario.

Desde Pedalea recalcaron que el problema no radica en la cantidad de sanciones interpuestas por la policía, "es un añadido", sino en que el Ayuntamiento de Zaragoza no ha sabido actuar tras la sentencia del TSJA que prohibió de forma definitiva que las bicis vayan por las aceras. Todo lo contrario, dicen. "Nos ha abandonado y están complicándolo todo". Como ejemplo explicaban que en el bulevar de Sagasta, a pesar de estar catalogado como zona verde y que por lo tanto sí podrían circular bicis, han colocado señales que lo prohiben. Tampoco saben qué pasará con las calles peatonales del Casco Histórico. "El consistorio no tiene alternativa".

Desde el colectivo reiteraron la necesidad de prolongar la red de carriles bicis de la ciudad, como en la avenida Valencia, una de las vías en las que más urge señalizar un carril específico. Lo mismo que en Violante Hungria o avenida Madrid. Volvieron a pedir sobre ruedas que se cumpla la promesa de instalar semáforos intermitentes en el paseo Independencia, más ahora que ya no se puede circular por el carril bici sugerido.

Desde Pedalea insisten en la necesidad de realizar una campaña informativa para que los ciclistas conozcan cuáles son sus derechos y qué es lo que pueden o no hacer. Pero no solo estaría dirigida a las dos ruedas, también a los peatones y conductores. El objetivo es lograr el clima de convivencia entre las tres partes.