Al menos, el implacable coronavirus pasa de largo de los niños y la incidencia de la pandemia en los más pequeños es prácticamente nula. Pero el estado de alarma y el confinamiento generalizado también alteran la habitual atención sanitaria a los menores. La asistencia está garantizada, aunque con ciertos cambios en el protocolo a seguir. De este modo, el hospital Infantil de Zaragoza es el escenario designado para abordar cualquier tipo de urgencia importante que afecte a un niño. En este sentido, el Departamento de Sanidad decidió, la pasada semana, suprimir las urgencias pediátricas en el Royo Villanova para destinarlas también al Infantil y, así, liberar espacio para enfermos por coronavirus.

Las consultas normales se atienden, como siempre, a partir de una petición de cita por teléfono al centro de salud correspondiente o a Salud Informa. Sin embargo, es el propio pediatra el que valora si el niño debe acudir al centro o si la consulta puede resolverse por vía telefónica en función de la envergadura del caso.

El coronavirus también ha alterado el calendario de vacunación establecido para los menores en Aragón. Lactantes, embarazadas o poblaciones de riesgo elevado tienen prioridad y su dosis continúa siendo primordial para Sanidad, que, en cambio, ha decidido suspender temporalmente la administración de alrededor de media docena de otros antídotos. La mayoría de ellos están relacionados con la MenACWY -vacuna que puede ayudar a prevenir la enfermedad meningocócica causada por los serogrupos A, C, W e Y-. A lo largo del 2020 estaba previsto vacunar a los nacidos en 2008 (al ir cumpliendo los 12 años de edad) y los nacidos en 2006 (al ir cumpliendo los 14, junto con la vacuna Td -contra tétano y difteria) y los nacidos en 2002, 2003 y 2004 se vacunarían este año en campañas escalonadas.

Además, también se suspenden temporalmente la vacuna SRP (sarampión, rubeola y paperas) a los 3 años, así como la de la varicela, la dTpa (difteria, tétanos y tosferina) a los 6 años y, a los 12, la de la varicela y la VPH -virus del papiloma humano- para las chicas.

«La demora de algunas vacunas en la situación actual no debe ser causa de preocupación para las familias», expone el Comité Asesor de vacunas de la Asociación Española de Pediatría. «Es tiempo para la calma. Partimos de un sistema sanitario fuerte, con unas tasas de vacunación altas, lo que unido a la responsabilidad tanto de nuestros profesionales sanitarios como de las familias, nos tiene que dar la tranquilidad y confianza que tanto necesita la sociedad en estos difíciles momentos», añade Isabel Lostal, pediatra del centro de salud Actur Oeste de Zaragoza. «E muy importante quedarse en casa, evitando desplazamientos innecesarios, y es por eso por lo que hay que evitar en lo posible que las personas y niños sanos acudan a los centros sanitarios», subraya.

Por eso, la DGA, de forma temporal, limita la cumplimentación del calendario de vacunación a aquellas situaciones consideradas prioritarias. Entre ellas figura la vacunación hasta los 15 meses (garantizando especialmente la primovacunación a los 2 y 4 meses de edad), el antídoto frente a dTpa a las embarazadas o la vacunación en poblaciones con riesgo elevado, especialmente personas en tratamiento con eculizumab y trasplantados.