Óscar tiene 37 años, está casado y tiene dos hijos, uno de 3 años y otro de 5. Se dedicaba al sector automovilístico hasta que su empresa le despidió alegando pérdidas. Durante ochos meses estuvo cobrando 1.200 euros de paro. Pero el subsidio se terminó. Su mujer lleva años, también desempleada, y ni ella ni él reciben ninguna prestación actualmente. Y las han pedido todas.

Hace tres meses que solicitaron la ayuda del Ingreso Aragonés de Inserción (IAI) y, de repente, esta semana le llegó una carta a Óscar en la que le exigían que presentara un documento que ya había remitido en su día al servicio aragonés. "No entiendo por qué ahora me piden que justifique que la cuenta bancaria presentada para percibir la ayuda realmente es de mi mujer", se quejó.

Y no lo comprende porque ya presentó ese documento el día en el que solicitó la ayuda. "Lo hacen para demorar el proceso". "Si lo que me han dicho es cierto, en caso de concederme el IAI tardaría hasta siete meses en pagarme, que unido a los tres que llevo esperando ya, sería diez. ¿Cómo pago mis gastos mientras?".

Criticó duramente al personal de administración por su trato. "No puede decirme una persona: hola, ¿qué pasa? porque tengo que acudir a pedir ayuda cuando llevo trabajando desde los 14 años".