El pedrisco sorprendió a los vecinos de Tamarite de la Litera justo 365 días después de la última gran tormenta. Las dos veces en la noche previa al inicia de las fiestas de la localidad. El año pasado solo cayó una fuerte tromba de agua, pero la de la noche del jueves al viernes estuvo acompañada de granizo y rachas de viento de hasta 80 kilómetros por hora que generaron destrozos en el casco urbano, en varios almacenes y en los huertos de los alrededores.

La tormenta también afectó a las localidades de Binéfar, Benasque, Fraga y Barbastro.

El alcalde de Tamarite, Francisco Mateo, no se atrevió a valorar todavía los gastos municipales y particulares, pero sí advirtió que son "cuantiosos". "Se han roto casi todos los pluviómetros que hay en el pueblo, no hay ni una sola casa en la que no haya entrado el agua porque se taponaron los desagües", explicó tras asegurar que había sido "una noche muy dura" en la que todo el pueblo ayudó en las labores de limpieza.

A las 7.00 de la mañana aún había 50 personas limpiando la calle junto a los efectivos de Policía y de los Bomberos que estaban achicando agua de los locales y almacenes.

La tormenta se produjo a la 1.30 de la madrugada y en 30 minutos la localidad estaba colapsada por el lodo que se había acumulado como consecuencia de la lluvia.

Ayer dedicaron el día a despejar los caminos y retirar todos los árboles caídos y extraer las piedras que colapsaron los desagües. "Los campos de manzanas han sido arrasados prácticamente al 100%", apuntó Mateo. El almacén de la Brigada Municipal, en el que se guardaban tres de las carrozas de la cabalgata de fiestas, ha quedado completamente destruído.