El temporal que durante todo este fin de semana ha azotado Aragón, en forma de agua y granizo, ha destrozado las cosechas en amplias zonas de la comunidad, con la peor parte para la provincia de Teruel, aunque también con afecciones en Zaragoza, particularmente en la comarca de Calatayud y en las cercanías del Moncayo. Hoy, los agricultores podrán hacerse una idea de la magnitud del desastre, una vez que escampe, pero las trombas y el pedrisco, que ya anteayer asolaron el Maestrazgo y el Bajo Aragón, volvieron a hacer acto de presencia.

Según informaron fuentes de la Union de Agricultores y Ganaderos de Aragon (UAGA), en algunas zonas que hasta ahora habían sido especialmente castigadas por la sequía, la llegada de la lluvia concentrada ha hecho mucho más mal que bien. Las fuertes precipitaciones desbordaron ramblas que, en localidades como Monreal del Campo, con más de cien litros acumulados, inundaron calles y garajes y complicaron la circulación en las carreteras, llegando a cortar la N-211. La A-23 también sufrió cortes puntuales de circulación, aunque más por la prudencia de los conductores dado el granizo.

Entre Monreal y Ojos Negros, a falta de lo que se pueda comprobar hoy, se daban por perdidas fácilmente unas 35.000 hectáreas de cereal. También lo poco que había en los alrededores de Torrijos y Caminreal, cuya carretera parecía nevada ayer, de puro granizo. Los habitantes de la primera localidad destacaban que nunca habían visto algo así, con un metro de hielo acumulado y con la quintanieves teniendo que pasar en varias ocasiones a abrir el acceso al pueblo.

La lista de pueblos afectados, con pérdidas numerosísimas en cereal y vid, es inacabable, contando también las afecciones del sábado, con Molinos, Bierge, Muniesa, Alcorisa o Calamocha y sus alrededores, entre otras zonas.

Los problemas también se dieron en Zaragoza, con tormentas fuertes en la zona de Calatayud que amenazan la cosecha temprana de cereza en localidades como Aniñón, Villaroya o Acered. Los agricultores consultados allí también daban por perdida la mayoría de la producción, porque lo que no se llevara el granizo lo puede hacer la lluvia; si en los próximos días hace algo de calor, explicaban, el agua acumulada rajará los frutos. También en localidades cercanas a Tarazona y Borja, como Fuendejalón y Tabuenca, se daba por arrasada la viña y el cereal. El cálculo de pérdidas tendrá que esperar, ya que ayer por la tarde continuaba lloviendo y las ramblas inundadas, además del tiempo, impedían salir a comprobar de primera mano los destrozos.

Al menos, salvo daños en algún garaje o primera planta, no hubo emergencias que el 112 tuviera que atender en cuanto a desalojos o inundaciones, según fuentes de la DGA. Ahora será el turno de los seguros agrícolas de comenzar a evaluar lo que costará resarcir a los agricultores de sus cuantiosas pérdidas.