Las tormentas y el granizo están golpeando con especial virulencia este año al campo aragonés. De hecho, el pedrisco ya ha dañado hasta esta misma semana unas 30.000 hectáreas de fruta, viña y cereal, unas cifras inusuales en esta época del año teniendo en cuenta que la temporada de tormentas puede alargarse hasta septiembre. La piedra se cebó hace unos días con el Bajo Cinca y algunas zonas de Calatayud, Daroca, la Hoya de Huesca y Monegros, mientras que a principios de mayo también hizo estragos en Borja y pueblos de las Cuencas Mineras. En total, en lo que va de año los agricultores han remitido a Agroseguro daños en 49.620 hectáreas. En más de la mitad el causante ha sido el granizo y en 5.000 de esas hectáreas son las fuertes lluvias las que están detrás de los partes de reclamación.

«Está siendo un año de una alta siniestralidad en pedrisco», reconoce el director territorial de Agroseguro en Aragón, Juan Cruzán, que destaca que en estos poco más de cinco meses las indemnizaciones por siniestros en el campo aragonés rondan los 20 millones de euros sin contar la ganadería.

Entre enero y noviembre del 2019 el montante de las indemnizaciones en la comunidad se situó en torno a los 37 millones de euros. El año pasado, la sequía motivó muchas de las reclamaciones, algo que este año no sucederá. Así, los 20 millones de lo que va de ejercicio ya es una cifra considerable, si bien hay que tener en cuenta que las compensaciones son más elevadas cuando lo que se ha visto afectado son frutales (el pedrisco los daña especialmente). «Por el kilo de cereza, por ejemplo, se paga más de un euro», apunta Cruzán, que recuerda que en el 2018, un año especialmente malo debido también a la sequía, se llegaron a abonar en Aragón unos 90 millones de euros en indemnizaciones.

La falta de precipitaciones también provoca que la superficie afectada por siniestros sea mayor. «Una sequía puede suponer más de 100.000 hectáreas dañadas en la comunidad», indica Cruzán.

Aragón es un territorio golpeado habitualmente por las tormentas y este año no ha sido una excepción. De hecho, se encuentra entre las regiones más afectadas junto a Castilla y León, La Rioja o la zona del levante.

En lo que va de año, y debido sobre todo a las fuertes tormentas, se han visto dañadas en Aragón 37.000 hectáreas de cereal, unas 4.500 de fruta, unas 3.000 de cereza y unas 2.200 de viña.

Con casi 5.000 hectáreas afectadas, el Bajo Cinca, una de las zonas más frutícolas de la comunidad, ha sido una de las comarcas más afectadas. También se han visto muy dañadas la Hoya de Huesca (4.300 hectáreas), el Bajo Aragón (6.100), La Almunia de Doña Godina (4.700) o la comarca de Zaragoza (6.700). «No se ha librado ninguna zona y lo que vemos, quizá debido al cambio climático, es que las tormentas cada vez empiezan antes y abarcan más extensión», señala Cruzán, que recuerda que el año pasado los técnicos de Agroseguro recibieron siniestros de tres de cada cuatro términos municipales de la comunidad.

Por suerte, los seguros agrarios están fuertemente arraigados en Aragón, un hecho que ha ayudado a impulsar el sector en la comunidad. Según indica Cruzán, la práctica totalidad de los fruticultores aragoneses están asegurados, mientras que los porcentajes también son elevados en el cereal y el viñedo. Los profesionales del campo reciben subvenciones de las administraciones para contratar los seguros