El periodista Pedro J. Ramírez ha apuntado hoy que Podemos "hace buenos diagnósticos de los males de la sociedad" pero propone "remedios nefastos" y ha confiado en que exista una alternativa entre "los patricios romanos" -en referencia a la llamada "casta"- y Calígula -la nueva formación-.

El también exdirector y fundador del diario El Mundo, en declaraciones a los medios de comunicación, ha incidido en este aspecto con motivo de la situación actual del periodismo independiente en España, que cree que está perdiendo margen.

A su juicio, el cierre de numerosos medios de comunicación, el creciente desempleo en la procesión o la autocensura existente en algunas redacciones han provocado que el poder en sus diferentes vertientes se haya aprovechado de la crisis económica y de la debilidad de las empresas informativas para conseguir "mayores márgenes de impunidad" y restringir la capacidad de los medios de controlar su actividad.

En este sentido, Ramírez ha rechazado la propuesta del líder de Podemos, Pablo Iglesias, de un mayor control público para garantizar la independencia de los medios porque sería "la exacerbación de la enfermedad" y un "intrusismo letal".

"Los políticos no pintan nada en los medios de comunicación, ya tienen suficientes prerrogativas", ha declarado.

El periodista ha acudido hoy a Zaragoza a participar en los "Desayunos de ADEA", una charla organizada por la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón, y en el coloquio del Círculo Aragonés de Economía.

Allí ha aprovechado para presentar su último libro, el ensayo histórico "La desventura de la libertad", ambientado en los últimos momentos del Trienio Liberal (1820-1823) y que incluye hazañas bélicas, periodismo parlamentario, debates "de gran altura política" y hasta intrigas amorosas dentro de la trama que rodea a la caída del primer régimen constitucional del país.

De hecho, ha señalado paralelismos en las dos épocas, encarnados en la necesidad de una reforma constitucional porque podría haber "otro escarmiento" como hubo en 1823 por no cambiar cosas "que no funcionan".

"En España somos mejores haciendo constituciones que reformándolas" y "nos jugamos muchas veces el futuro "al todo o nada", ha reconocido, por lo que ha defendido una reforma de la Constitución de 1978.

Sobre uno de los asuntos más delicados a los que hace frente España actualmente, el conflicto con Cataluña, ha asegurado que no hay ningún "choque de trenes" por el momento, sino un tren que está decidido a "lanzarse al precipicio" y "si se empeñan acabarán despeñándose".

Ante ello, el periodista ha reiterado que aunque sea partidario de cambiar la Constitución, esta debe aplicarse mientras exista y que, en caso de que se pueda plantear una independencia unilateral desde Cataluña, por ejemplo, a través de unas elecciones plebiscitarias, la respuesta del Estado ha de ser la suspensión de la autonomía.

De este modo, ha emplazado al PSOE a dejar de preocuparse sobre los medios en los que aparecer o no y que consiga que "los del PSC se aclaren" con respecto a la consulta y el derecho a decidir.

En otro orden de cosas, el exdirector de El Mundo ha manifestado que no mantiene ninguna guerra ni ningún enfrentamiento con la actual dirección del periódico y del grupo editorial y que simplemente ha salido al paso de unas "falsedades" que se han vertido de forma anónima contra su persona".

"Siempre consideraré a El Mundo mi periódico y eso va más allá de filias y fobias y de cualquier relación que mantenga con la propiedad del periódico", ha aclarado.

No obstante, ha reiterado que, en caso de producirse la fusión entre los grupos Vocento y Unidad Editorial, lanzaría un nuevo medio de comunicación, ya que considera que en ese escenario sería "imposible" que se mantuviera la identidad del diario que creó.

De lo contrario, "el arponero ingenuo está muy contento arponeando ballenas todos los domingos", ha afirmado en referencia a la columna que mantiene los domingos en dicho diario.