El dueño de un taller de coches zaragozano y un cliente, M. A. S. E. y C. J. L., respectivamente, aceptaron ayer ante la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Zaragoza sendas condenas de nueve y seis meses de prisión por falsedad documental y tentativa de estafa, con las que eludirán la cárcel. Ambos estaban acusados de inflar la factura de un arreglo de coche para aumentar el cobro, aunque este finalmente no se llegó a materializar. El dueño del taller había alegado que se trataba de una confusión al presentar un presupuesto en lugar de una factura, pero ayer aceptó los hechos.