El titular del Juzgado de lo Penal número siete de Zaragoza condenó ayer a un año de prisión a tres jóvenes como reponsables de un delito de atentado contra policías locales, a los que se enfrentaron en un bar de la calle Heroísmo el 15 de febrero del 2003. La sentencia, de conformidad entre las partes implicadas se pronunció en la misma vista oral.

Los hechos juzgados ocurrieron poco antes de las cuatro de la madrugada de un sábado, cuando varios agentes de la Policía Local requirieron al propietario del bar Chaos para que cerrara el establecimiento, ya que había superado el límite horario. Al ser informado de que se le iba a imponer una multa, el encargado procedió a a apagar la música y a cerrar.

En ese momento había en el local alrededor de 35 personas que empezaron a insultar a los agentes y les esperaron en la calle, donde se enfrentaron a ellos a golpes y con la utilización de esprays.

REFUERZOS La reyerta se terminó cuando se desplazaron al lugar de los hechos todas las unidades policiales que estaban de servicio aquella noche.

Con la llegada de refuerzos, varios de los implicados pudieron huir antes de que fuera acordonada la calle, aunque los tres acusados fueron detenidos. Diez policías resultaron con lesiones de diversa consideración. Una agente fue ingresada en un centro sanitario con lesiones en las vértebras cervicales y otros dos fueron dados de baja para el trabajo a causa de sus heridas.

Los tres acusados también tuvieron que ser atendidos por los servicios sanitarios del hospital Provincial de lesiones de pronóstico leve, producidas, al parecer, cuando tuvieron que ser reducidos.

Inicialmente, el ministerio fiscal solicitaba un año de prisión por el atentado y seis meses de arresto por las lesiones sufridas por los agentes. No obstante, momentos antes de que se iniciara la vista oral, las partes alcanzaron un acuerdo por el que se mantenía la pena por el atentado y se aceptaba una multa por un total de 270 euros por una falta de lesiones para cada uno de los tres acusados. Al no contar con antecedentes y ser inferior a dos años la pena, no es previsible que ingresen en prisión.

Asimismo, y como condición previa a la conformidad, los procesados indemnizaron solidariamente a los agentes con 8.000 euros.

Seis de los policías apaleados pertenecían a la Unidad de Protección Ambiental, que desarrolla misiones relacionadas con la supervisión de los horarios de cierre de establecimientos de hostelería y el cumplimiento de la normativa municipal en materia de emisiones sonoras. En este sentido, desempeña tareas de control de ruidos en las zonas saturadas de Zaragoza.

Su intervención en el bar donde ocurrió el incidente se produjo después de que varios vecinos de la calle Heroísmo hubieran manifestado sus quejas por los ruidos y porque algunos de los bares del sector no cerraban a las tres de la madrugada, como ordena la normativa.