La falta de examinadores causa un grave perjuicio también a las autoescuelas de la provincia, que han formado a sus alumnos durante semanas y ahora no pueden presentarlos a examen ni retenerlos por más tiempo dando clases que quizá ya no necesiten tanto. "Esto es vergonzoso. Las autoescuelas pequeñas estamos con el agua al cuello. Nosotros tenemos doce alumnos preparadados para examinarse y no pueden porque no hay convocatorias. Ahora los tenemos dando vueltas", se quejó Eulogio Colell, de Autoescuela Cataluña.

Sin apenas pruebas en el horizonte, la motivación de los alumnos decae y ya no ven necesario seguir dando clases: "Esto para el pequeño empresario es un desastre. Llevamos quince días sin apenas dar clases. Y sin eso no hay ingresos", denunció Raúl García, director de Autoescuela Facultad. Su empresa mandó a examinar a sus alumnos el pasado 19 de junio y hasta finales de agosto ya no podrá. "Hay un chico que es de fuera y ha tenido que prolongar su estancia por esto. Y también un señor que está trabajando y ha desplazado sus vacaciones para nada", explicó. Otra propietaria de autoescuela planteó su propio problema: "A nosotros no poder examinar nos supone mucho. Es una empresa familiar y no puedes obligar a los alumnos que creen estar preparados a dar más clases porque te dicen que les estás estafando. Tenemos siete alumnos preparados y a dos los metimos en la última fecha porque les caducaba el teórico", dijo.