Los agentes de la Policía Local que patrullaban las calles de Calatayud en la madrugada del pasado martes ni se imaginaban el recibimiento que iba a dispensarles el ocupante de un vehículo que se accidentó en la calle San Antón, al que intentaron ayudar visto el percance que había sufrido el vehículo. En plena campaña de refuerzo de la seguridad en la ciudad, los agentes se acercaron al turismo, que acababa de chocar contra otro estacionado en la misma calle. Y en esas, el conductor les encañonó con una escopeta cargada de perdigones. El joven, de 23 años y nacionalidad boliviana, acabó en comisaría.

Fuentes de la Policía Local informaron de que los hechos se produjeron a la 01.30 horas del martes. El implicado, residente en Calatayud, conducía un vehículo que chocó con un coche que estaba estacionado en esa calle.

Una patrulla policial que pasaba por allí, al darse cuenta de lo ocurrido, se paró y cuando los agentes se acercaron comprobaron con asombro cómo el joven sacaba de su coche una carabina de perdigones y les amenazaba.

Los policías tuvieron que reducirle, porque ofreció resistencia y les lanzó reiterados insultos. Al practicarle la prueba de alcoholemia se comprobó que presentaba un índice de alcohol de 0,82, cuando el máximo permitido es de 0,25.

El detenido no llegó a disparar la carabina, pero los policías comprobaron a posteriori que el arma se encontraba cargada con perdigones. El acusado quedó detenido y ayer pasó a disposición judicial acusado de conducir bajo los efectos del alcohol, amenazas, resistencia y desobediencia a agentes policiales.