Carlos Pérez de Anadón (Fuentes de Ebro, 1957), consejero de Hacienda del Gobierno cuatripartito de Aragón, ha afrontado su primera prueba de fuego al frente de su nueva responsabilidad, con la elaboración de unos presupuestos que han sido presentados esta semana. Unas cuentas sobre las que el Gobierno presume de aumento del gasto social y económico, pero que la oposición critica por excesivo optimismo.

- Prácticamente le ha tocado estrenarse como consejero de Hacienda con la elaboración de los presupuestos, ¿le ha dado tiempo a ubicarse?

-El tiempo me ha ubicado. Somos un Gobierno que empieza el 7 de agosto y creo que no es para sacar pecho, pero sí bastante excepcional, que con un cambio de equipo en la consejería, esté presentando el presupuesto menos de 100 días después. Cualquiera que trabaje en la Administración sabe que un presupuesto, independientemente de su calificación, es infinitamente mejor el 1 de enero que el mejor de los presupuestos presentado en abril. Además, con la característica añadida, que lo hace más atractivo, de contar con cuatro partidos distintos, con algunos de los cuales no habíamos gobernado, de acuerdo en las cifras. Lo cual no deja de mostrar un cuatripartito muy cohesionado.

-Decía en la presentación de las cuentas que los consejeros habían sido tenaces al defender sus áreas, ¿cuál lo ha sido más?

-Yo diría que todos han sido muy tenaces, independientemente de su partido. Pero lo más importante, y por eso lo he agradecido públicamente, ha sido que todos ellos han tenido una perspectiva global sobre el presupuesto. Seguramente, si hubiera sido una discusión entre Hacienda y un área, hubiese sido más difícil, y ha sido un acierto hacer un análisis global. Porque hay multitud de temas que a todos no solo nos obligan, sino que nos satisfacen. ¿Quién no está de acuerdo en que crezca la investigación, o en la apuesta por la vivienda protegida, o en la inyección al tejido empresarial? Los cuatro partidos han tomado conciencia de la situación, con escasez de recursos, en un momento de desaceleración, por mucho que sigamos creciendo. Hemos tenido que ser prudentes pero audaces.

-¿Ha sido muy distinta la elaboración de un presupuesto con cuatro partidos, aunque no lo sepa de primera mano?

-Efectivamente yo no sé cómo se hacía otros años, pero sí que puedo decir que las reuniones han sido cientos de horas. Y que, con todo el dolor de mi corazón, la semana más dura, no por mí sino por ellos, fue la de las fiestas del Pilar, cuando en mi despacho hubo reuniones desde las 8.00 hasta las 23.00 horas. Creí que era el momento donde menos presión de gestión habría para que los consejeros tuvieran tiempo, a costa de no disfrutar de las fiestas. Pero antes de eso hubo mucho trabajo con los técnicos y después, con la dirección general de Presupuestos y cada uno de los departamentos. Han sido hablados hasta el mínimo detalle.

-¿Hay alguna partida en concreto que le haya dolido no poder dotar mejor?

-Las hay, pero me va a permitir que sea lo único que no le pueda contestar (ríe). Supondría perder mi mucha o poca credibilidad respecto al consejero del ramo.

-Se ha criticado desde el PP la pérdida de fondos para la inversión en centros de salud, ¿hay alguna explicación?

-Estamos en un plan de 231 millones de euros que viene del 2016, y termina en el 2021, incluido. Tenemos ejecutados 8.905.000, que sería un 3,84%, en ejecución 2016, que sería un 89,25%, y pendiente el 6,9% sin ejecutar. Por ejemplo, el centro de Los Olivos no figura porque está en ejecución, ni los de Borja y Binéfar, ya ejecutados. Yo creo que el concepto de inversión que maneja el PP, y no solo el PP, es muy de los años 80, el ladrillo y el cemento. Hay que preocuparse más de cómo están dotados de profesionales los centros, aunque siempre serán pocos.

-Lo que más se ataca son las previsiones de ingresos. ¿Por qué se presupuestan al alza si se teme la desaceleración?

-No, al alza no. Nosotros presupuestamos con base a las previsiones de incremento del PIB que hay, que son las que hace el departamento de estudios del departamento de Economía. En mi primera comparecencia me acusaban de catastrofista, de cubrirme las espaldas, pero eran los que se me ofrecían, igual que ahora. El BBVA, que ahora dice que crecerá un 1,6% (la DGA plantea un 1,9%), hasta hace unos días decía que era un 2%. Cada organismo tiene sus mecanismos de análisis, pero hay que tener en cuenta también que hacen previsiones trimestrales, nosotros las hacemos anuales, y por tanto no toman en cuenta, por ejemplo, factores como lo que podrá suponer la instalación de Amazon. Lo que sí puedo asegurar es que estos datos no tienen ninguna cocina, desde el punto de vista político. Y además el último informe de la Airef avala nuestras previsiones como prudentes. Y hay que tener en cuenta también otros factores no contabilizados en ingresos que pueden ayudar. Por ejemplo, el año pasado fue la sentencia de Plaza, y para amortizar deuda estamos a punto de sacar a subasta la nave de Caladero. Con esto quiero decir que el presupuesto es un documento vivo, en el que hay que seguir trabajando y adaptándose a las circunstancias.

-El ICA se calcula con la tarifa actual, también habría que rebajarlo si se modifica...

-El ICA es un barullo, por varias razones. Con el actual, lo primero es que se tendrá que homologar Zaragoza con otras localidades, porque estas están pagando el 2019 y Zaragoza aún va por el 2018. Aunque hagamos una nueva norma, no podrás cobrarla hasta que se pongan al día los de la capital, porque si no sería una amnistía fiscal. Hasta que no se normalice esto, y otros asuntos, no podremos calcular el efecto de la modificación.

-Afirmó que no se incrementa la presión fiscal, pero el propio acuerdo de gobernabilidad ya contemplaba la compensación de ingresos si se bajase, en el ICA o en Sucesiones, ¿con qué se haría?

-El acuerdo lo contempla, pero en estos casos, no nos engañemos, entre tramitación técnica y modificación el efecto se notaría en cualquier caso en el presupuesto del año que viene o a final de este año. Más teniendo la cuenta la homologación de la que hablaba entre Zaragoza y el territorio

-Sabiendo que no se va a cumplir el déficit de este año, ¿se contemplan partidas que recortar para otro posible Plan Económico Financiero (PEF)?

-No, primero porque todavía estamos en un PEF vigente de dos años. Además, no quiero crear falsas expectativas, pero habrá que ver si el porcentaje de déficit para el año que viene sigue siendo el mismo. Yo insisto mucho en el asunto de que el Senado no aprobase la flexibilización, porque esa gamberrada del PP nos supuso 120 millones de euros este año y 40 el que viene.

-¿Tenían previsto que se conformara un Gobierno de España pronto o lo planearon pensando que tardaría?

-Bueno, no sabíamos lo que podía suceder, había por medio unas elecciones que nos decían que había una serie de partidas importantes de las cuales no íbamos a poder disponer, con lo cual eso, ya de partida, era malo. Por ejemplo, las entregas a cuenta. Dicho esto, tras las elecciones hay una necesidad imperiosa de que el Gobierno esté conformado cuanto antes, porque hay temas pendientes sin los que algunas decisiones no se toman.

-¿Si se fija un Gobierno antes de enero, podría cambiar el objetivo de déficit ya fijado?

-La política económica y territorial que tenga el nuevo Gobierno va a condicionarnos y si el objetivo no se flexibiliza es 0%, solo puede ir a mejor. La conformación del Gobierno nos afecta por muchísimos temas, el principal son los Presupuestos Generales del Estado.

-¿Los presupuestos se planearon pensando mantener las escasas aportaciones estatales con unos presupuestos prorrogados?

-Nosotros este año no hemos tenido ninguna cifra. Normalmente en julio el ministerio sitúa las entregas a cuenta del año siguiente, este año lo único que hemos tenido fue lo que aprobó en octubre la ministra, con las elecciones ya convocadas, y las del año anterior. Te pueden dar la imagen de que no vas a ir a menos, pero no tenemos datos concretos. Creo que hay tres parámetros básicos, la conformación del Gobierno y los Presupuestos, y la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

-¿Y se han tenido en cuenta otros ingresos como los provenientes de conferencias sectoriales?

-Se han tenido en cuenta porque en algunos casos ya están aprobadas y las vamos a emplear para el año que viene. Por ejemplo, no es sectorial exactamente, pero los fondos del IAM vienen del Pacto contra la Violencia de Género, y algunos otros de Ciudadanía, también son estatales.

-La ministra parece estar dispuesta a modificar las entregas a cuenta para que no dependan de los presupuestos...

-Es que es indispensable. Tiene que haber una regla de lealtad institucional, y cuando se aprueben los cálculos, se sueltan.

-¿La ve proclive a reformar la financiación autonómica?

-Yo la vi bastante dispuesta, pero tiene que ser con parámetros de armonización fiscal. No puede ser que con base en el efecto sede que tiene la capital de España, las empresas tributen allí, y luego les permitan bajar impuestos. Yo soy partidario de una mayor rigidez del Estado en la armonización, porque si no entras en una subasta.

-¿Tras pasar por prácticamente todas las administraciones, le apatece algún otro cargo?

-No tengo tiempo para pensarlo, no he levantado cabeza pensando en presupuestos. Está siendo una experiencia, porque yo no había estado en las Cortes, el mundo autonómico me era desconocido salvo por la relación que pude tener como delegado de Gobierno. Lo estoy deglutiendo con rapidez, en un campo en el que no había trabajado.

-¿Por qué le eligió Lambán para él, qué le encomendó?

-Me dijo que me atreviera, que lo iba a hacer bien y que confiaba en mi capacidad de pacto