Tras haber intentado eludir el proceso judicial sin éxito, Asdrúbal Ametller, todo un personaje mediático muy proclive a aparecer en programas televisivos de cotilleo, ofreció ayer un perfil bajo ante el juez Carlos Barreda, titular del Juzgado de lo Penal número 6 de Zaragoza. Sentado en el banquillo de los acusados, sólo abrió la boca para decir que no recordaba "absolutamente nada" de lo sucedido en la madrugada del 31 de diciembre del 2002, fecha de la supuesta agresión a un taxista que se negó a llevarlo a Zaragoza porque consideró que su proceder era "demasiado agresivo". La Justicia le ha estado pisando los talones desde entonces, y en mayo del pasado año un juzgado de Zaragoza lo puso en busca y captura después por hacer caso omiso de las citaciones judiciales que se enviaron a su domicilio. Finalmente, en junio se presentó a declarar en un juzgado de Móstoles.