Parece una incongruencia que un perfume puedas fabricarlo o consumirlo a tu gusto, siendo que en realidad se huele. Pero ese es el objetivo que persigue Noustique Perfumes en colaboración con Infinitia, que el consumidor pueda elaborar su fragancia escogiendo los aromas que prefiera, dentro de un abanico de posibilidades. Eso sí, es imprescindible tener la máquina Scent Creator, un aparato creado por Noustique para su marca The Alchemist Atelier.

Hugo Lasala y Álvaro Suárez, fundadores de Noustique Perfumes, trabajaban en el área de innovación corporativa de BSH Hausgeräte GmbH, en Alemania, cuya misión era «pensar potenciales modelos de negocios diferentes a los que venía realizando la compañía», explica Lasala. Entonces se barajaron diversas oportunidades de mercado y vieron que el sector de la perfumería «era una de las que faltaba por tener una disrupción grande, con tendencias como la personalización y la digitalización», añade el cofundador de la empresa. «Se decidió crear una spin-off (Noustique Perfumes) en la que nos pusimos como directivos, siempre con el accionariado de la marca alemana BSH Hausgeräte GmbH», añade Lasala.

Con el desarrollo de una aplicación para teléfonos móviles y la necesaria vinculación a un scent creator, la empresa, de raíces zaragozanas, busca «crear un sistema donde el núcleo es una aplicación móvil que permite combinar una serie de esencias, pedazos de perfume acabados. Tenemos 36 que están en cápsulas que integran diferentes sistemas de personalización y así el usuario aprende a crear su propio perfume. Hemos hecho accesible la perfumería a cualquier amante de los perfumes», asevera Hugo Lasala.

Parte activa

Tres de los pilares que destacan en Noustique a través de su marca The Alchemist Atelier, consisten en permitir al cliente aprender, crear y ser parte activa del producto y compartir con la comunidad los resultados. Este enfoque innovador es un cambio en el paradigma de la industria del perfume, porque tradicionalmente está dominada por las grandes marcas que venden sueños y aspiraciones, siendo el consumidor un usuario pasivo en la marca del producto que consume. Hugo Lasala destaca «para nosotros la marca es el usuario, porque establece un vínculo profundo con su creación, lo cual aporta valor al perfume y a las sensaciones que este le transmite».

Por su parte, Infinitia, colaboró en la fase de ideación o conceptualización, haciendo ensayos de laboratorio para cimentar el producto, según explica el CEO de la compañía, Javier Sanz. «Nuestra contribución se resumiría en la parte del prototipado, y la parte de la química y el mundo de los perfumes. Hicimos validaciones o cosas de concepto para sentar las bases», apostilla.

Los mercados principales del producto, por ahora, son el Reino Unido y Francia. «Tuvimos nuestra tienda en París, donde estuvimos año y medio ofreciendo experiencias a los consumidores y así hemos aprendido a mejorarlo», dice el cofundador de Noustique Perfumes. No obstante, la idea es comenzar a instalarse en España con fases de pruebas, aunque cuentan ya con dos de sus máquinas en dos tiendas de Barcelona. «Queremos hacer diferentes pilotos, en grandes ciudades y también, porque no, en Zaragoza; mejorar la oferta en puntos físicos externos, y ver las expectativas de los locales que hospedan la maquina y los que visitan la tienda. Estamos pilotando aun el modelo de negocio», concluye Lasala.