Un año más, EL PERIÓDICO DE ARAGÓN celebrará con todos los zaragozanos la festividad de San Valero repartiendo cerca de 20.000 raciones de roscón. El evento, que tiene lugar cada año en la plaza del Pilar, volverá a congregar, el próximo miércoles, a miles de personas que degustarán un dulce de alrededor de 900 metros de longitud.

La entrega del roscón estará precedida por una misa en honor a San Valero, a la que acudirán los representantes del Ayuntamiento de Zaragoza, con su alcalde, Juan Alberto Belloch, a la cabeza. Como es tradicional, la comitiva partirá desde el consistorio portando emblemas de la ciudad. Una vez comenzado el acto en el que se repartirán las miles de porciones del suculento dulce, los Gigantes y Cabezudos también podrían apuntarse a la fiesta y hacer acto de presencia para hacer las delicias de los niños.

El roscón irá acompañado de un vaso de chocolate caliente. Los 900 metros de dulce están elaborados por el personal de Boral Pastelería Artesanal, y su confección supone todo un desafío. Con una tonelada de peso, se han invertido varias jornadas en su elaboración. La receta incluye media tonelada de harina, 300 kilos de azúcar, 50 docenas de huevos, 120 kilos de mantequilla de vaca, 15 kilos de almendra y avellanas molidas, agua de azahar, esencia de naranja y de limón, coñac, crema pastelera y 50 kilos de fruta confitada.

Aunque la fórmula es similar a otros roscones que se venden para celebrar otras festividades del calendario, el que repartirá EL PERIÓDICO con la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza, este mantiene su receta tradicional --que se remonta siglos atrás-- y no está relleno de crema, "como una torta de pueblo", explican desde la pastelería zaragozana.

La tradición del roscón viene probablemente de la época romana, y es heredera también de la tradicional entrega que se hacía a los pobres en la Edad Media de un bollo de pan en la iglesia de San Juan de los Panetes. En 1941 el dulce se vendió con nata por primera vez. Hoy ya se le van añadiendo multitud de sabores.