Olvidados , abandonados a su suerte, desnutridos, tristes y en estado lamentable. Así encuentran los voluntarios de la perrera municipal de Zaragoza a los centenares de animales que, sobre todo en la época vacacional, son abandonados por sus dueños. Las cifras hablan por sí solas: en lo que va de verano el Centro de Protección Animal del Ayuntamiento de Zaragoza ya ha recogido cerca de 400 canes, a los que habría que sumar los acogidos por las protectoras de animales de los que muchos zaragozanos deciden deshacerse al considerarlos un estorbo.

En la perrera cada mañana se repite la misma imagen: un perro abandonado en la puerta. Y es el Centro de Protección de Animales, al que pertenece la perrera municipal, el encaragado de recoger a los canes que se abandonan. Después de diez días, y tras constatar que su dueño no los va a reclamar, los animales son sacrificados mediante un proceso eutanásico, amparado por una Ley de Protección Animal del Gobierno de Aragón. Durante el pasado año la perrera recibió un total de 1.776 canes, de los que cerca de 800 fueron adoptados y el resto sacrificados, según informó a Efe el Ayuntamiento de Zaragoza. Y a juzgar por el balance del presente estío parece que el número de sacrificios será voluminoso a finales de año; de los casi 400 perros que desde junio han sido abandonados en el Centro de Protección sólo 60 se han dado en adopción. El resto, más de 300, han sido sacrificados.

Aumentan los abandonos

A protectoras como la Asociación para la Defensa y Prevención de la Crueldad contra los Animales (ADPCA) también llegan a diario varios canes olvidados . "Mantenerlos cuesta mucho dinero. Aquí los alimentamos, los desparasitamos y les damos todos los cuidados. Esto sin los socios no se podría hacer", señala Mili, voluntaria de la asociación. No obstante, a los dueños no parece importarles. "Es muy triste y muy lamentable pero conforme pasan los años continúan los abandonos", comenta Mili. Pero, ¿por qué una persona decide deshacerse así de su mascota? Según Mili, "la gente no está concienciada cuando coge un perro y luego se inventan excusas estúpidas para abandonarlo. No se dan cuenta de que los animales también sufren". La protectora, ubicada en el barrio zaragozano de Movera, lleva abierta desde 1981 y se mantiene gracias a las aportaciones que hacen sus cerca de 500 socios. Mili y otros voluntarios mantienen a 160 perros, que viven de tres en tres en casas de madera de unos 18 metros cuadrados y con un porche.

La voluntaria de la asociación asegura que el abandono es una lacra que se produce durante todo el año porque" la gente no se da cuenta de que un perro no es un juguete que se pueda abandonar así como así". Por suerte siempre hay personas que deciden internar temporalmente a su perro en una guardería canina mientras ellos disfrutan de las merecidas vacaciones. Y es que para algunos el perro siempre será el mejor amigo del hombre.