Cerca de una hectárea de pinar se calcinó ayer en el zaragozano municipio de Alhama de Aragón. La rápida actuación de los bomberos que se desplazaron hasta el lugar evitó que el fuego cercara la localidad y se tuvieran que lamentar daños personales tal y como apuntó el alcalde de la localidad, José María Castejón.

El fuego se inició al filo del mediodía en una zona muy cercana al área urbana de esta localidad perteneciente a la comarca de Calatayud. En el lugar se encuentran instaladas dos peñas y unas bodegas abandonadas. Aunque aún no esta confirmado, la causa podría haber sido un petardo que se lanzó desde allí.

Las llamas se desplazaron posteriormente hacia un sector del monte, de difícil acceso, pero la pronta llegada de una cuadrilla helitransportada procedente del parque de bomberos de Brea permitió una rápida actuación. Media hora más tarde, se trasladaron hasta el lugar del suceso dos cuadrillas helitransportadas de la Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) de Daroca y varias dotaciones del parque de bomberos de Calatayud, acompañados por varias autobombas.

Tras aproximadamente dos horas de intenso trabajo, el incendio se dio finalmente por controlado sobre las 14.35 horas, momento en el que se retiraron los helicópteros que se habían desplazado hasta el lugar.

A partir de ese momento, 15 efectivos de las cuadrillas se dedicaron durante toda la tarde a refrescar la zona afectada para evitar que el fuego pudiera reactivarse.

Afortunadamente, y como ha sido habitual a lo largo del año, se ha tratado de un incendio de escasa entidad. En estos siete meses transcurridos se han producido 340 incendios que han quemado 355 hectáreas en Aragón. Aunque los datos son superiores a los registrados en el mismo periodo del 2016, se encuentran dentro de los parámetros históricos para esta época del año.

La estadística elaborada por el departamento de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón muestra que, a pesar del incremento del número de incendios estos no han sido de gran magnitud.

Desde que se inició el verano y se puso en marcha la fase de máximo riesgo, todo el territorio aragonés ha estado en alerta roja por incendios durante estos últimos meses pero a pesar de ello las estadísticas y las previsiones son alentadoras.