Cuando tenían tres años, empezaron con el one, two, three . Y por cada palabra en inglés que decían les daban puntos que después canjeaban por pegatinas. Ahora tienen trece años y cuando escuchan canciones de Anastacia, una de sus cantantes favoritas, entienden sus letras. Y todo por formar parte de un programa de bilingüismo que empezaron en el colegio Hilarión Gimeno y que ahora continúan en el instituto Pedro de Luna. Son Andrea, Lorena y Tamara, tres de los 30 alumnos inmersos en esta experiencia.

Cuando esta semana se conocieron los planes del Ministerio de Educación y se supo que quería que en la escuela pública se impartieran algunas clases en inglés, en el Pedro de Luna pensaron que ya tenían mucho camino recorrido. Y es que hace una década, de forma casi artesanal, un grupo de profesores decidió poner en marcha un programa de bilingüismo que consistía en reforzar las clases de Inglés (de tres horas a cinco) e impartir en esta lengua dos materias (Sociales y Naturales).

"Poco después, esta iniciativa se formalizó y se llegó a un acuerdo con el British Council para que al acabar la ESO puedan examinarse y obtener el título oficial", explica la directora del instituto, Eugenia Pérez, quien aseguró que sólo su instituto y el María Moliner, también de Zaragoza, tienen este bilingüismo en inglés.

Ana Aguilera es una de las profesoras que da Ciencias Sociales en la lengua de Shakespeare y Beckham. "Es muy importante que programas como éste lleguen a la escuela pública, porque a veces da la sensación de que aquí no se aprenden idiomas". Sobre las posibles dificultades que pueden encontrar estos estudiantes, la docente no tiene dudas: "No pasa nada. Los resultados académicos son iguales o mejores que los del resto de los estudiantes". Esta afirmación la corroboran Andrea, Lorena y Tamara. "Quizá al principio te exige un poco más de concentración, pero los exámenes los hacemos sin dificultad".

Sus profesores aseguran que hablan el inglés con "fluidez y con soltura". Según Pilar Villar, "lo bueno de empezar tan pequeños es que pierden la vergüenza y son más espontáneos". Hay estudios que demuestran que a los doce años se cierran los músculos que intervienen en el habla, por lo que los que aprenden un idioma después de esa edad suelen tener más acento.

"Este es el camino para aprender idiomas", subraya Pilar Villar. "Anticipar el aprendizaje hace que todo sea más natural y después dar clases en inglés les motiva aún más". Desde que entran en el aula hasta que salen no se escucha ni una palabra de español. "Hasta las broncas se les echo en inglés", bromea Ana Aguilera.

Andrea, Lorena y Tamara ya piensan en aprender otros idiomas, como el alemán y el francés. Y antes de ir a clase se despiden: "Good bye".