El nombre del científico aragonés Santiago Ramón y Cajal es, después del de Miguel de Cervantes, el que más se repite en el callejero de las ciudades y pueblos de España, con 1.176 referencias por las 1.629 del escritor de El Quijote. Huesca, capital de la provincia en la que creció y vivió, cuenta con el vial más largo en honor al premio Nobel del conjunto de los municipios españoles, con una longitud de 2.500 metros y una anchura de 30. En Zaragoza, sin embargo, Ramón y Cajal solo tiene una calle de 370 metros de largo y 10 de ancho, algo que un grupo de ciudadanos quiere ahora cambiar para poner a don Santiago «en el sitio en el que merece estar».

Su propuesta es que la céntrica Gran Vía de la capital aragonesa pase a denominarse Gran Vía de Santiago Ramón y Cajal. Los promotores, que por el momento prefieren mantenerse en el anonimato, ya cuentan entre sus avales una larga lista de personalidades de la sociedad aragonesa de todos los ámbitos: el universitario, el cultural, el deportivo… Además, defienden que la renombrada Gran Vía podría coexistir con la calle que ya lleva el nombre del científico, situada entre Conde Aranda y César Augusto.

DOS VECES

«En una misma ciudad pueden repetirse nombres siempre que estén en diferentes distritos postales, como ocurriría», explica uno de los impulsores del cambio. La calle actual corresponde al distrito 50.004, mientras que la Gran Vía está dentro del 50.005. Además, en Zaragoza, ya se dan casos similares: existen tanto la avenida Valencia (Delicias) como la calle Valencia (es el tramo de carretera que acompaña a la autovía Mudéjar en la salida sur de la ciudad); la avenida de los Pirineos (que rodea el recinto Expo) y la calle Pirineos (en Torrero-La Paz); y la avenida Ciudad de Soria (que une la Almozara con Delicias) y la calle Soria (en Ruiseñores).

En Valencia, además, ya conviven la calle Ramón y Cajal con la Gran Vía de Ramón y Cajal. «Le pusieron la calle primero y cuando cobró importancia en el mundo le pusieron la avenida», explica la misma fuente. «La actual calle en Zaragoza no se tendría que quitar porque es muy simbólica. Allí trabajó y vivió el científico, y esa fue la primera calle en España que tuvo su nombre. Lo que queremos es que, además, se le ponga otra calle de más importancia para hacer honor a su legado en las ciencias», advierte también.

En la Gran Vía está situada la antigua facultad de Medicina, donde ya se le honra al aragonés por su contribución universal y en donde hasta hace poco una exposición conmemoraba el 150 aniversario desde que Ramón y Cajal comenzara sus estudios en la Universidad de Zaragoza. El objetivo es presentar esta propuesta a los grupos municipales del consistorio antes de Semana Santa, pero antes quieren seguir recabando apoyos por parte de los ciudadanos. «Creemos sinceramente que puede llegar a materializarse el cambio porque no supone un cambio, sino un añadido», añaden los promotores.