Una adolescente española de 15 años reclamó ayer la ayuda de la Policía Local de Zaragoza para volver a vivir con sus abuelos, ya que según ella su madre le agrede de forma habitual.

Los hechos ocurrieron a las dos de la madrugada en el recinto ferial de la avenida Cesáreo Alierta. Fuentes de la Policía Local explicaron a este diario que la chica estaba con sus amigas cuando se acercó a dos agentes de la Unidad de Protección Ciudadana para pedirles ayuda.

La menor les contó que su madre le agredía con frecuencia y que por eso quería volver a vivir en Valladolid con sus abuelos, como había hecho hasta el pasado mes de febrero, cuando se trasladó a Zaragoza con sus padres. Al parecer, se trata de una familia desestructurada.

Aunque en el momento del encuentro con los policías no presentaba signo alguno de violencia y se mostraba bastante tranquila, la adolescente insistió en la veracidad de su versión, pero no quiso presentar una denuncia contra su madre en ningún momento. El motivo de esta decisión fue que prefería solucionar el problema "de buenas maneras para evitar un conflicto de más envergadura con su familia".

Acto seguido, la dotación policial dio a conocer los hechos a la Fiscalía de Menores, que ordenó el ingreso de la adolescente en el centro de menores San Jorge de la capital aragonesa hasta que se hayan investigado los hechos. Según el último informe del Consejo Económico y Social de Aragón, que recoge los datos del 2003, unos 700 niños sufren malos tratos físicos o psicológicos en la comunidad aragonesa.

CASO OPUESTO Completamente opuesto fue el suceso que ocurrió ayer en un inmueble del barrio zaragozano de Delicias, donde la víctima no fue un hijo, sino una familia entera.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la capital aragonesa detuvieron a un joven de 21 años, identificado como J. M. S., por presuntas amenazas de muerte en la vivienda familiar a sus padres y a todos sus hermanos.

Los hechos ocurrieron en la madrugada de ayer, cuando el arrestado atemorizó en varias ocasiones a todos sus familiares con un machete de 15 centímetros de hoja que portaba oculto bajos sus ropas en una funda sujeta al cinturón. Desde la Jefatura Superior de Policía de Aragón se informó que el detenido no llegó a emplear el arma en ningún momento.

Sin embargo, padres y hermanos aseguraron que ésta no era la primera ocasión en la que se producían las amenazas y que, aunque no habían presentado denuncia alguna en anteriores ocasiones, "tienen miedo de que cumpla con su palabra".