El fiscal de la Sección Primera de la Audiencia de Zaragoza pidió ayer sendas penas de 12 años de cárcel para tres jóvenes detenidos en enero del 2003 en la capital de Aragón con un alijo de droga "de notoria importancia", valorado en 336.566 euros (56 millones de pesetas). La Policía halló en su poder, escondidos en una maleta y una bolsa, 60 kilos de hachís, 678 gramos de cocaína y 17.850 pastillas de éxtasis.

Los abogados de los acusados, los letrados Ignacio de Andrés y Gerard Amigó, solicitaron su libre absolución, aduciendo que ninguno de los imputados había traficado con sustancias estupefacientes.

El ministerio público afirmó durante la vista oral que los acusados, Sergio D. V., de 26 años; Antonio I. C., de 24, y Carmen L. G., de 33, traficaban con droga "al por mayor" y que la traían a Zaragoza desde Portugal y Marruecos.

El ministerio público señaló que Carmen L. G., que reside en Reus, era "la encargada de traer la droga de la zona de Levante", mientras que Antonio I. "estaba al frente de la organización". A Sergio D. lo acusó de haber alquilado tres pisos en las calles Fray Juan Regla y Roger de Tur con el fin de ocultar la droga que luego distribuían por la ciudad.

Los abogados defensores subrayaron que sus clientes carecían de antecedentes. "La fatalidad de Carmen fue que coincidió con una investigación con la que nada tenía que ver", declaró Gerard Amigó, quien dijo que "Antonio es un simple drogadicto que no sabía lo que hacía y estaba influenciado por una tercera persona no detenida".

Ignacio de Andrés, por su parte, mantuvo que "Sergio acompañaba a Antonio porque eran amigos, pero era totalmente ajeno al tráfico de drogas". El letrado solicitó, alternativamente, que se imponga a su defendido una pena de 18 meses por complicidad .