El fiscal solicitará 3 años de prisión y 6 de inhabilitación para una enfermera de un centro de salud de Zaragoza por la presunta revelación continuada de datos de la historia médica de una mujer que había sido su amiga y con la que rompió su relación después de casarse ésta.

La supuesta revelación continuada de secretos personales de la denunciante se inició en marzo de 2017, a raíz de un encuentro casual de ambas mujeres en una calle de Zaragoza en el que la acusada amenazó, presuntamente, a su víctima con desvelar información médica personal suya y de sus familiares.

Según relata el ministerio fiscal en su escrito de calificación provisional, la enfermera se aprovechó de su condición laboral para acceder a la historia médica de su examiga sin el consentimiento de ésta, aunque precisa que no consta que divulgara los datos entre terceras personas.

Por su parte, la acusación particular, que pide una condena de 3 años y 8 meses y 6 de inhabilitación por un presunto delito continuado de revelación de secretos, destaca en su escrito que la acusada, con veinte años de profesión, entró los días 31 de marzo y 17 de abril de 2017 para conseguir datos de la denunciante.

Relata que en fechas previas, a las 22.00 horas del 19 de diciembre de 2016, la acusada se personó junto a su cuñada en el portal de la víctima y de su marido y profirió a gritos desde la calle contra ambos.

Según este letrado, en el encuentro casual que tuvieron ambas en una calle de la capital aragonesa, la acusada increpó a la demandante con expresiones como "te han lavado el coco desde que te has casado; eres una cobarde, sinvergüenza", y le amenazó con difundir su datos y de sus familiares en su localidad natal.

Denunciados los hechos, el Servicio Aragonés de Salud verificó a través de su sistema informático que la denunciada había obtenido datos ginecológicos de su examiga, así como datos de medicación, vacunas o actividad pendiente.

Por su parte, la defensa niega las afirmaciones de las acusaciones y solicita la libre absolución de su cliente, con pruebas que, según afirma el letrado, acreditarían contactos telefónicas entre ambas mujeres en las fechas en las que supuestamente habían roto su amistad.

También pide la declaración de profesionales sanitarios que acreditarían, por otra parte, que la acusada acudía con la víctima a sus visitas médicas.

El juicio por estos hechos tendrá lugar en la Audiencia de Zaragoza el próximo 10 de julio.