La Basílica del Pilar de Zaragoza celebró ayer su primera misa sin público presente en sus 340 años de historia. La presidió el arzobispo de la ciudad, Vicente Jiménez, el mismo que acordó el cierre del templo mariano mientras dure el estado de alarma por la epidemia del coronavirus.

Aunque fue a puerta cerrada, el titular de esta institución decidió emplear las últimas tecnologías y retransmitir en directo a través de la plataforma Youtube. 10.000 personas la visualizaron. A los fieles pidió no caer en el «virus del miedo» y tener altura de miras y generosidad. «No nos encerremos en nosotros mismos, buscando nuestro propio bien; abrámonos al bien de los otros, practiquemos la caridad y las obras de misericordia con todos los que está sufriendo este momento doloroso», señaló antes de precisar que, aun con el cierre de las iglesias por esta situación extraordinaria, «los cristianos no podemos encerrarnos y tenemos que ser Iglesia con corazón y en salida, para ser una diócesis samaritana y solidaria con los pobres».

La última vez que la basílica estuvo más de un día cerrado fue en 1903. En concreto, estuvo tres días por unos incidentes sociales, según el cabildo metropolitano. Más reciente fue el atentado anarquista del 2016, aunque no llegó a impedir el culto. Consciente del momento histórico, Jiménez pondrá en marcha un canal 24 horas para que los ciudadanos puedan «ver a la Virgen» cuando quieran. Una cámara se ha instalado en , el camarín de la Virgen, con el objetivo de que todo el mundo, en cualquier momento y desde cualquier lugar, pueda dirigirle sus plegarias. Durante este tiempo, la virgen no vestirá el manto.