Pilarín Artigas lleva media vida dedicada a la enseñanza de la jota en Pina de Ebro. La mayoría de los vecinos de esta localidad que tienen menos de cuarenta años han aprendido esta danza puramente aragonesa siguiendo las indicaciones de esta jotera.

Gracias también a su iniciativa y tesón se debe la fundación y mantenimiento del grupo Miramón, que en sus años de existencia ha llevado el nombre de Pina por multitud de ciudades españolas. Conscientes de su trabajo y dedicación desinteresadas, el Ayuntamiento de Pina de Ebro ha querido brindarle un singular reconocimiento con un acto emotivo donde se puso su nombre a una nueva plaza de la villa.

Ceremomia especial

Esta ceremonia se celebró coincidiendo con los fastos que tienen lugar en el pueblo para festejar a San Isidro. Así, y tras realizar la tradicional misa, la procesión y la bendición de tractores y aperos de labranza, un nutrido grupo de vecinos --muchos de ellos ataviados con el traje regional--, se congregó en la nueva plaza para asistir a su inauguración y bautismo oficial.

Autoridades, amigos y miembros del grupo de jota intervinieron a lo largo del emotivo acto oficial en el cual se leyeron discursos, se recitaron poemas y, como no, se cantaron jotas. Más tarde, la homenajeada descubrió una escultura, obra de un autor local, donde se encontraba representada con los brazos en jarra, una actitud típicamente jotera. En la base de la escultura puede leerse ya el nombre de la plaza, es decir el suyo, Pilarín Artigas.

Después de que el sacerdote de la localidad bendijera este nuevo rincón de Pina, un numeroso grupo formado por actuales y antiguos alumnos de todas las edades que han recibido clases de Pilarín Artigas la dedicaron una jota. Con el vermut obsequiado por el ayuntamiento y preparado por los vecinos de la nueva plaza se puso fin al acto de inauguración.