El curso político se reanuda hoy en Aragón con la celebración del Debate sobre el Estado de la comunidad autónoma, el cuarto examen a su gestión que Marcelino Iglesias afronta desde que el dirigente socialista llegó al Gobierno aragonés en 1999. El presidente de las Cortes, Francisco Pina, que se estrena como máximo responsable de la institución en una cita similar, pidió ayer a los grupos que el debate "responda a las expectativas" y que del mismo salgan objetivos "claros".

Iglesias abrirá esta mañana a las 10,30 horas, con su balance de gestión de los últimos doce meses, las tres jornadas de intenso debate en las que, con toda seguridad, serán temas estrella la demanda de mayor autogobierno, la inversión del Estado en Aragón y la financiación.

En declaraciones a este diario, Pina se comprometió ayer a dirigir las tres sesiones plenarias con "la objetividad e imparcialidad que la situación requiere". También pidió a los cinco grupos de la Cámara que "respondan a las expectativas porque Aragón está en un momento esperanzador". "Deben hacer un esfuerzo para encontrar un espacio en el que puedan converger", remarcó, refiriéndose a la necesidad de llegar a acuerdos. Pidió igualmente que del debate más importante del año, junto al de los presupuestos de la comunidad, surjan "objetivos claros".

Iglesias ha avanzado ya su deseo de reafirmar en su discurso sus aspiraciones de conseguir mayor autogobierno para Aragón y su compromiso de evitar que las reformas estatutarias que se lleven a cabo en los próximos meses en otras comunidades supongan una discriminación para Aragón. Según avanzó en la comunicación del debate, Iglesias hará un balance positivo de la gestión del Ejecutivo PSOE-PAR, pacto que, a su juicio, quedó revalidado tras las elecciones autonómicas del 2003 puesto que los aragoneses apostaron "mayoritariamente por la estabilidad". También se referirá en su discurso al cambio en el Gobierno central, que en su opinión ha permitido a Aragón "ganar peso e influencia" y, en este sentido, se referirá a la derogación del trasvase del Ebro. PP, CHA e IU --los tres partidos de oposición-- han exigido a Iglesias un "balance serio y sincero" de la situación de la comunidad autónoma. La oposición quiere evitar que el presidente autonómico caiga en autocomplacencia y ayer ultimaba las propuestas de resolución que serán debatidas el jueves en la última jornada.

El primer cara a cara de este curso político entre Iglesias y los portavoces de los tres partidos de la oposición ofrece novedades notables respecto a citas anteriores. La más importante, sin duda, es la desaparición de la amenaza del trasvase del Ebro, por lo que por primera vez en los últimos años el debate no va a estar condicionado por el proyecto que impulsó el anterior Gobierno de José María Aznar y que ha derogado el nuevo Ejecutivo de Zapatero.

El nuevo escenario político surgido tras la reciente victoria del PSOE en las elecciones generales también supone otra variación destacada y, previsiblemente, será uno de los principales argumentos de discusión. Además, por primera vez en los últimos años, el debate no va a estar condicionado por la celebración de unas elecciones generales y autonómicas. Y es que la próxima cita con las urnas será en el 2007.