La especie que presenta más riesgo de caída es el pino. Según el Jefe del servicio de Parques y Jardines, Manuel Ferrández, esto se debe a que sus raíces, "como el suelo de Zaragoza es más duro que una piedra, buscan el agua más cerca de la superficie y su anclaje no es tan estable". Buena muestra de ello es que los doce árboles que ya han sido apeados por ser potencialmente peligrosos son pinos. Esta docena de ejemplares, según el compromiso de la concejala de parques, Isabel López, se van a reponer antes de invierno por especies de hoja perenne. "Mi idea es plantar abetos o cedros que no pierden la hoja en invierno para que el parque esté más bonito durante todo el año", afirmó Manuel Ferrández.