El joven de 19 años arrestado por profanar dos tumbas del cementerio de Torrero fue capturado gracias al operativo especial de vigilancia que desplegó la Policía Local tras prender fuego un nicho situado en la manzana G de dicho camposanto.

Este primer hecho tuvo lugar por la mañana, si bien a lo que las brigadas municipales del cementerio se dieron cuenta ya no había nadie en los alrededores.

La sorpresa, aunque policialmente se sopesaba, es que el detenido regresó. Lo hizo antes de que anocheciera, prendiendo fuego a otro nicho situado en la manzana 12. Esa vez ya no tuvo escapatoria, puesto que las patrullas que habían sido activadas para intensificar la seguridad le capturaron en el momento.

Un joven, identificado como U. A. S. y de origen español, fue puesto a disposición del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que se hizo cargo de la investigación y que ha determinado que el arrestado realizó esas profanaciones de forma aleatoria mediante la quema de rastrojos de los alrededores que colocaba en los nichos. Unas llamas que afectaron a otras lápidas colindantes, que no a los cuerpos que albergan en su interior.

Fuentes del consistorio han señalado que eran dos nichos que habían sido preparados por las brigadas para ser reutilizados por las respectivas familias para el alojamiento de cenizas. «El sujeto autor de los hechos se dirigió exclusivamente a estos nichos y no a otros», recalcaron estas mismas fuentes.

No es la primera vez que el cementerio de la capital aragonesa sufre una profanación. En el 2018 aparecieron tres tumbas abiertas y los ataúdes extraídos. Uno de los cuerpos apareció en un contenedor y el cráneo de otro, en un nicho vacío. Aquello llevó al gobierno municipal entonces gobernado por ZeC a anunciar que el consistorio iba a revisar la seguridad. Sin embargo, según el actual equipo de gobierno PP-Cs, no hubo partidas presupuestarias para ejecutar ninguna medida. No obstante, se comprometen a implantarlas, aunque admiten que «no es fácil».