La piscina cubierta del parque de Bomberos de la calle valle de Broto, en Zaragoza, permanece cerrada. Y el cierre no está afectando solo al cuerpo antincendios. Pero estas instalaciones también son utilizadas por la Escuela de Waterpolo de Zaragoza (EWZ), el Club Aragonés de Actividades Subacuáticas y algunos pequeños que imparten cursos de natación. Ahora no pueden disponer de ellas y lamentan, además, la falta de información suministrada por parte del consistorio.

Esta piscina es la única en la ciudad con una profundidad suficiente como para practicar buceo y waterpolo. Y el club EWZ ya no tiene donde entrenar ni donde jugar cuando empiece la competición. Desde que volvieron los entrenamientos, en septiembre, han estado preparando la temporada en diferentes piscinas públicas, pero las jugadoras de las categorías superiores (de Primera División y de la División de Honor) van a comenzar la temporada y no van a tener donde jugar.

Desde el consistorio explican que la piscina, que no utilizan ni los propios Bomberos, está cerrada por el «estricto» protocolo anticovid del cuerpo. Las instalaciones están dentro del parque y no pueden permitir que ninguna persona externa entre para evitar posibles contagios. Pese a ello, desde la concejalía de Deportes dicen ser conocedores de la situación y aseguran que buscarán una solución.