El concurso público que iba a impulsar la reforma de la piscina de Gran Vía se declaró desierto y ahora el ayuntamiento se encuentra en una encrucijada. Los diez meses que duran los trabajos obligan a decidir si se impulsan «en el primer trimestre del 2018», que es el plazo mínimo para revisar el proyecto y sacarlo de nuevo a concurso; o aplazar su ejecución «hasta septiembre». La diferencia entre una y otra es que podría estar cerrada durante el verano. Algo a lo que el responsable de Deportes, Pablo Híjar, restó importancia porque están la de Salduba y el Palacio de los Deportes «a solo 400 metros».