Luisa Fernanda Rudi fue la primera en llegar. Entró sola a la sede del PP. Luego acudió José Ángel Biel, al que la popular salió a recibir. Todo estaba así estudiado y preparado. Su relación ha ido a mejor en los últimos meses. Y se nota. En parte gracias a la mediación de Manuel Pizarro, amigo de ambos, y que ha tenido un papel central en su acercamiento.

Pero el papel del turolense ha sido discreto. Como ayer, que llegó a Génova mientras Rudi, Rajoy y Biel atendían a los medios de comunicación. Los esperó en la séptima planta, donde el presidente del PP tiene su despacho, y donde posteriormente los cuatro participaron en un almuerzo. El encuentro fue cordial, pero se evitaron las fotografías de la comida. Porque en realidad esa era la auténtica imagen del acuerdo que ayer suscribieron el PP y PAR.

Los protagonistas

Sin la implicación y el compromiso de los cuatro participantes el pacto quizás no se hubiese convertido en realidad. Cada uno ha jugado su papel. Rajoy ha sabido mostrar el interés adecuado en los momentos clave. Sobre todo un año antes de las ya pasadas elecciones del 22-M, cuando se reunió con José Ángel Biel, sabedor de que el PAR iba a tener, como siempre, una posición estratégica en el futuro político de la comunidad autónoma. En esa primera reunión también estuvo implicado Pizarro, que ha ejercido de enlace.

Tras las elecciones habló con Rudi y Biel y de nuevo fue el facilitador si no del acuerdo, sí de la buena predisposición. Y el resultado es el actual. Los máximos responsables se asoman a las puertas de un nuevo ciclo político en Aragón en sintonía "total". La presidenta de PP ha demostrado tener cintura. Ayer por ejemplo, cedió el protagonismo del pacto a Biel, que fue el que capitaneó buena parte de la rueda de prensa. Rudi se mantuvo en un segundo término, consciente de que en política las formas y los gestos importan. Acabada la rueda de prensa se marchó sonriente junto a Biel. Incluso bromearon con los periodistas sobre la posibilidad de salir a saludar desde el balcón de Génova. No se llegó a tanto en eso de los gestos. Pero resulta evidente que la pareja Rudi-Biel atraviesa su particular luna de miel.