Peñaflor mantendrá, por ahora, la placa franquista ubicada en la fachada de la parroquia. Este lunes se celebró el pleno vecinal extraordinario para decidir qué hacer con este símbolo que tanta polémica ha despertado en el último mes. La conclusión a la que se llegó es que sea el Ayuntamiento de Zaragoza quien estudie cómo aplicar la Ley de Memoria Histórica. O sea, el futuro de la placa sigue en el aire.

La cita se programó tras la controversia surgida en el último pleno ordinario en la junta vecinal del pasado 10 de marzo. IU presentó una moción solicitando la eliminación de este símbolo. PP y PSOE decidieron posponer la decisión hasta hablar con la junta parroquial. El debate se extendió a las calles de la pedanía.

El alcalde de Peñaflor, Joaquín Fleta (PP), explicó que "las cosas se quedan como están" ya que ninguno de los asistentes --acudieron 40 personas, apuntó-- solicitó que se retirara el símbolo de forma inmediata. "Yo soy representante de los vecinos y haré lo que pidan", recalcó.

Explicó que instarán al consistorio que estudie qué se debe hacer en un asunto en el que hay discrepancias y diversidad de opiniones, como en este caso, y cómo se tiene que aplicar una normativa que dicta que todos los elementos franquistas deben ser retirados.

El gran ausente fue el representante de IU Ricardo Ruyz que "por motivos familiares" no se personó. Incluso la policía acudió. Tanto Fleta como la representante del PSOE, Matilde Morsetti, --ninguno sabía que Ruyz no acudiría a la cita-- criticaron que ningún miembro de IU se presentase al pleno siendo que había sido esta agrupación la que había iniciado el debate con la consiguiente polémica que se ha despertado entre los vecinos. La portavoz de PSOE, Matilde Morsetti, calificó de "cobarde" y "vergonzosa" la actitud de Ruyz.

POR LEY Morsetti señaló que la Ley de Memoria Histórica tiene que aplicarse, por lo que la placa debe retirarse. No obstante, como Fleta, insistió en que al estar en un fachada privada no es competencia de la alcaldía decidir sobre su retirada. El arzobispado, propietario de la parroquia, dio luz verde solo si había consenso vecinal.

Este apoyo no fue suficiente para el PP y PSOE que, inicialmente, señalaron que hasta que se produjera una reunión con la junta parroquial no decidirían nada.

Ruyz señaló que no cederá y que la placa tiene que ser eliminada. "De paralizar su retirada, nada", precisó. Explicó que ahora el órgano competente para exigir la eliminación de la placa es el Gobierno de Aragón y señaló que el Ayuntamiento de Zaragoza "no tiene potestad" en este asunto. "Este tema ya no está en mis manos. Intenté llegar a un consenso en el pueblo para facilitar los trámites", explicó.

IU lleva más de un año peleando para que se retire la placa de la fachada. Se han propuesto varias alternativas con el propósito de poder contentar al mayor número de personas posibles. IU barajó la posibilidad de trasladarla al cementerio, como ha ocurrido con otros símbolos. Morsetti sugirió que se instalará otra placa pero del bando republicano en la fachada.

Ninguna de las opciones gustó y por ahora el futuro de la placa sigue en el aire, a pesar de que el pleno estraordinario se convocó para cerrar este asunto.