POR

ADRIANA OLIVEROS

Detrás de muchos pequeños negocios, hay una gran mujer. Y en la retaguardia de la cocina, al frente de la barra, haciendo cuadrar las cuentas... Muchas, pero muchas, como las once que protagonizaron ayer y en el Pignatelli de Zaragoza el II Homenaje a la Mujer Hostelera de la Asociación de Empresarios de Cafés y Bares, que preside Angel Díaz. Una felicitación a aquellas que hacen que los bares pepe´s y manolo´s de este mundo marchen viento en popa. La directora del Instituto de la Mujer, Elena Allué, el exconcejal de Turismo, Fernando Arcega, y Encarna Estremera, por la Dirección General de lo mismo, presidieron este acto, al que asistieron representantes de la asociación organizadora, como Jorge Bernués, Domingo Mancho y Paco Luce, la directora del Topi, Tere Soro, y un montón de maridos de , incluido el propio Díaz. Fue su mujer, Mayte Rodríguez Melús, la que rompió el fuego como homenajeada por el Bearín. Y siguieron María Pilar Peñafiel, del Café Levante, María del Carmen Sánchez, del Bar Dallas, Angeles Bercebal, de El Paseo, Carmen Puyó, del Jauja, Ascensión Marquina, de La Piragua, Carmen Morata Galve, del Morata, Encarnación Ruiz, del Romareda, Josefa Muñoz, del San Remo , Carmen Vázquez, del Supremio, y Esther Ramos del Ambigú (la única de las once que lleva menos de 30 años en hostelería). Galardonadas, aplaudidas y guapetonas todas, terminó la cita con cótel. Y a estas mujer de bandera, por una vez les sirvieron. Qué requetebién.