La localidad de Zuera padece desde hace unas semanas una plaga de pulgón que está afectando masivamente al arbolado urbano de la ciudad, como han constatado los servicios técnicos del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zuera. Esta plaga es portadora de virus, por lo que compromete el valor de los cultivos y deterioran la vegetación.

El pasado 26 de junio se comenzó con el tratamiento de la plaga mediante medios ecológicos y biológicos, prescindiendo ya de los productos fitosanitarios químicos que hasta hace poco se empleaban en estos casos.

Estos tratamientos son inocuos para las personas, animales y otras especies, ya que están totalmente controlados y dirigidos de una manera artesana, es decir, árbol a árbol.

El tratamiento se realiza mediante agentes de control biológico, colocando en los árboles especies depredadoras naturales de pulgones, como son las mariquitas, y bacterias que afectan exclusivamente al sistema interno de la plaga.

Los tratamientos se aplicarán semanalmente, durante los meses de julio y agosto pudiendo alargarlos hasta septiembre, según sean los ciclos biológicos y el tiempo.

La empresa especializada en la realización de dichos tratamientos es Fitoaragón, que cuenta con personal altamente cualificado y colabora con la técnica de medio ambiente y la brigada de jardinería municipal.

Desde Fitoaragón explican que las condiciones ambientales adecuadas, la importación de elementos exóticos y los controles fitosanitarios poco acertados suponen la multiplicación y extensión masiva de algunas plagas o enfermedades.

Hasta épocas recientes el control de estos patógenos se realizaba por la aplicación regular de programas de pulverización química, lo cual ha provocado en algunos casos la aparición de resistencias a determinados ingredientes activos.

Por otro lado, la suspensión de numerosas materias activas o las limitaciones medioambientales y de protección de la salud, obliga a buscar otros métodos alternativos en el control de plagas y enfermedades. Este sistema permite implantar métodos de control más respetuosos y racionales con la naturaleza, utilizando como último recurso la lucha química