El Boletín Oficial de Aragón (BOA) publica este miércoles el Plan General de Pesca para este año, que incorpora como principal novedad que el barbo sólo se podrá pescar en la modalidad de captura y suelta con el fin de proteger las poblaciones de esta especie autóctona.

El plan delimita dentro de la temporada de pesca las especies objeto de la actividad, las épocas, días y horarios hábiles para el ejercicio piscícola, así como el conjunto de vedados, cotos sociales o cotos deportivos.

Elaborado tras un proceso de participación a través de los tres Consejos Provinciales de Pesca, así como del Consejo de Pesca de Aragón, y un periodo de información pública y audiencia, el plan pretende recuperar el potencial de las aguas trucheras en la Comunidad, para lo que se establecen los cupos, medidas, cebos y artes respetuosos con la especie.

Además potencia las modalidades de pesca cuidadosas con la conservación de la trucha común, como es el caso de la práctica de la modalidad de captura y suelta, que se traduce en un incremento paulatino de las masas de agua donde esta modalidad es la única permitida; y trabaja en el reforzamiento y, en su caso, recuperación de las poblaciones autóctonas de trucha común mediante la repoblación de las aguas salmonícolas con ejemplares de trucha de líneas autóctonas.

El Gobierno de Aragón recuerda en un comunicado que regula el ejercicio de la pesca garantizando la conservación y el fomento de las especies objeto de la misma, así como la protección de los ecosistemas en los que se desarrolla mediante el ordenado aprovechamiento piscícola de las masas de agua de Aragón.

En la Comunidad hay unos 65.000 pescadores que practican la pesca deportiva y recreativa y cuenta con zonas trucheras en las cuencas del Aragón, Gállego, Cinca y Esera (Huesca), del Guadalaviar y Guadalope (Teruel) y del Piedra, Manubles y Mesa (Zaragoza).

Además los grandes embalses, sobre todo en la parte baja del Ebro, son referencia y atracción en cuanto a otro tipo de especies distintas de la trucha que pueblan esas aguas.

El plan que hoy se publica da continuidad a la normativa publicada en 2020 y las pocas novedades que incorpora se encuentran en los anexos que clasifican las masas de agua a efectos de la pesca.

Además de que el barbo sólo se podrá pescar en la modalidad de captura y suelta, se establece que las truchas sacrificadas deberán conservarse enteras sin filetear durante toda la acción de pesca para permitir su inspección por parte de los agentes de la autoridad.

En el Anexo I, relativo a Aguas declaradas habitadas por las truchas, se incluyen los embalses de Valbona y Pena como aguas ciprinícolas en tramos declarados habitados por la trucha; en el III sobre Vedados se declaran tres nuevos vedados en la provincia de Teruel, correspondientes al Embalse Las Balagueras por la presencia confirmada de almeja asiática y mejillón cebra y los embalses de Lechago y de las Tosquillas de especies exóticas.

En el Anexo V, Cotos sociales en régimen de captura y suelta, se recorta el coro social de Tramacastilla en 250 metros y en el VI, de Cotos deportivos, se elimina el de Villel-Libros dado que no tiene actividad desde hace unos años y así lo ha solicitado la Federación Aragonesa de Pesca y Casting.

Se eliminan además, entre los Escenarios para eventos deportivos del Anexo VII, los reseñados en el anterior plan de pesca como número 15 de la provincia de Huesca en el Río Guatizalema y el número 13 de la provincia de Teruel en el Río Guadalope, y se anula el tramo de pesca intensiva nº 1 para el río Turia en el Anexo VIII relativo a los Tramos de pesca intensiva.