El Ayuntamiento de Teruel y la Diputación Provincial, que actúa a través de la sociedad Sastesa, han unido sus esfuerzos para llevar a cabo un plan de mejora y optimización de la red de distribución de agua en la capital.

El programa, dotado inicialmente con 495.000 euros, se propone acabar con las tomas ilegales y optimizar la gestión del agua, para lo que se instalarán contadores en todos los depósitos de suministro. Esta medida permitirá asimismo detectar y reparar los puntos de fugas de caudal existentes en la red.

Los contadores acabarán con el fraude y servirán para regularizar los ingresos gracias a que se podrá realizar una contabilización exacta de los consumos, según indicaron fuentes municipales.