El nuevo plan de rehabilitación de vivienda 2020-2023 elaborado por el equipo de Gobierno PP-Cs dejará de incluir una línea de ayudas dirigida a las «comunidades vulnerables» donde el 60% de sus vecinos tiene unos ingresos 2 veces inferiores al IPREM. Una novedad que incorporó la pasada legislatura Zaragoza en Común (ZeC) con el PSOE con la que se preveía financiar hasta el 80% de la reforma y que se dotó con 500.000 euros en el presupuesto.

El plan, inicialmente, será aprobado este viernes por el Gobierno PP-Cs, está dirigido a viviendas construidas antes de 1980 y se ha dotado con 6,8 millones, de los que tres se obtienen del remanente de la sociedad Zaragoza Vivienda del ejercicio del año pasado. El resto, 3,8, procede de la partida del presupuesto del ayuntamiento del 2020 que se ha reducido, ya que antes era de 4,8 millones. Según explican desde Vivienda, esta cuantía forma parte de la aportación municipal para la financiación general del proyecto de vivienda previsto a través de un préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI) con el que no contaban y que finalmente ha sido prorrogado.

La concejalía que dirige Carolina Andreu ha diseñado un proyecto para subvencionar actuaciones de eficiencia energética en los edificios y mejorar la accesibilidad de las zonas comunes y hogares. Se prevé que 1.191 viviendas se podrán beneficiar y que la inversión ascenderá a los 18,6 millones, creando 335 empleos.

En el primer caso, se ha presupuestado una partida de 2,4 millones para subvencionar la rehabilitación integral de los edificios. La ayuda cubriría entre el 45% y el 55% del coste total, con un límite de 12.000 euros por vivienda si se trata de una actuación para potenciar la eficiencia energética y de 16.000 si también incluye obras de accesibilidad.

No incluye financiación para que las comunidades de vecinos más vulnerables y con menos recursos puedan acogerse a estas ayudas, como sucedía con el anterior plan que, por otro lado, no se ejecutó ni durante el 2018 ni el 2019.

OBRAS PUNTUALES / La segunda línea está pensada para obras puntuales en edificios como la construcción de rampas o la instalación de ascensores y plataformas elevadoras. Las subvenciones oscilarían entre el 35% y el 45%, unos 6.000 euros por vivienda. Para optar es obligatorio que residan personas mayores de 65 años en el edificio o con movilidad reducida.

El plan 2020-2023 también incluye una línea de financiación paralela que completaría a las anteriores y que está dirigidas a jóvenes menores de 35 años, mayores de 65 y personas con algún tipo de discapacidad (más del 33%) que se hayan beneficiado de alguna de las dos partidas anteriores. Está dotada de 612.000 euros y pueden optar las unidades de convivencia con unos ingresos que no superen 2,5 veces el IPREM y con cuantías máximas de 1.500 euros.

Por el otro, y con 2,7 millones en caja, hay una cuarta línea de ayudas para costear obras que se realicen en el interior de las viviendas, como el cambio de bañeras por platos de duchas o el cambio de ventanas para mejorar el aislamiento. Los miembros del hogar no deben superar 4,5 veces el IPREM y el límite de las ayudas será de 6.000 euros.