Los planes del grupo PSA-Opel de paralizar todas las actividades relacionadas con la fabricación en la planta de Figueruelas del nuevo Corsa así como las inversiones vinculadas a nuevos modelos ha sacudido hoy los cimientos de la economía aragonesa.

Esta decisión ha sido comunicada esta mañana a los trabajadores por los responsables de dirección de la planta de Figueruelas, horas después que los miembros del comité de empresa anunciaran su acuerdo de suspender las negociaciones para un nuevo convenio colectivo ante la negativa del grupo a escuchar sus propuestas.

Decisión, además, que ha sido confirmada más tarde desde fuentes del fabricante Opel España al afirmar que el grupo sólo invertirá en proyectos que tengan rentabilidad económica y conlleven acuerdos de competitividad ligados a una reducción de los costes de inversión y de fabricación.

Un jarro de agua fría para la economía aragonesa, dependiente en gran medida, tanto a nivel de empleo directo como indirecto como en relación a las exportaciones, de la actividad de la planta de Figueruelas.

Estos planes se dan a conocer en el contexto de una previsión de crecimiento de la economía aragonesa para 2018 del 2,5 del Producto Interior Bruto (PIB), según estimaciones dadas a conocer recientemente por el propio Ejecutivo regional.

Activada la alarma, las reacciones de responsables políticos y de organizaciones sindicales y empresariales no se han hecho esperar, con continuos llamamientos a la recuperación de las negociaciones en torno al convenio de empresa de cara a la formalización de un acuerdo.

El presidente aragonés, Javier Lambán, hacía hoy un llamamiento desde Teruel para reunirse con la dirección de la planta y el comité de empresa y valorar en conjunto la "gravedad" de la situación originada.

Lambán, que ha conocido la decisión durante una visita al Centro de Innovación en Bioeconomía Rural de Teruel, tachaba de "preocupante" y "muy desalentador" el anuncio dado a conocer hoy a los trabajadores, y advertía que "cualquier cosa que ocurra en Opel es determinante para el sector y el conjunto de la economía aragonesa".

Los presidentes de CEOE y Cepyme Aragón, Fernando Callizo y Aurelio López de Hita, el secretario general de UGT en la comunidad, Daniel Alastuey, y la secretaria de Cohesión y Diálogo Social de CCOO, Marta Arjol, han mostrado su preocupación por la situación en Opel tras reunirse con el consejero de Hacienda del Gobierno de Aragón, Fernando Gimeno, quien ha advertido de las afecciones a la economía aragonesa si esa decisión se lleva a efecto.

El presidente de la patronal aragonesa (CEOE-Aragón), Fernando Callizo, preocupado también por el impacto que podría generar estos planes a la economía de la Comunidad ha expresado su confianza en que el anuncio forme parte de las medidas adoptadas con motivo de la negociación del convenio y que no sea "definitivo".

Noticia "preocupante", ha considerado Callizo, para la economía aragonesa, con afecciones "muy graves" si se frena la llegada de nuevos modelos del fabricante a Aragón, opinión compartida por el presidente de CEPYME, Aurelio López de Hita.

López de Hita ha incidido en la repercusión de la factoría como "locomotora" de la economía en Aragón, de la que dependen una gran cantidad de proveedores y de industrias auxiliares.

En cifras, el Clúster de Automoción de Aragón (CAAR), alarmado por la situación generada, ha destacado hoy que la paralización de inversiones en la línea 1, donde se fabrican el Crossland y el Aircross, y la búsqueda de una planta distinta para el nuevo Corsa tendría implicaciones directas sobre una industria auxiliar formada por 200 empresas que dan trabajo a 25.000 personas.

Por esta razón, desde el Clúster, conformado por 61 empresas del sector automoción y 7 organismos autonómicos relacionados con esta producción, se considera necesario retomar las negociaciones del convenio para la planta de Figueruelas con el fin de conseguir un rápido acuerdo.

Un rápido acuerdo que, sin embargo, desde la sección sindical de UGT en Aragón, mayoritario en el comité, supedita a la presentación de un plan industrial para la factoría, algo que, según el secretario general del sindicato en Aragón, Daniel Alastuey, se considera "imprescindible".

"Pedir sacrificios a los trabajadores sin ninguna contrapartida y sin saber exactamente cuál va a ser el futuro de la planta, evidentemente bloquea la negociación", ha dicho Alastuey, quien ha incidido en que este anuncio forma parte de la negociación".

Para el responsable ugetista se ha mostrado que el grupo PSA tenía unos "planes definidos" a nivel industrial para la planta de Figueruelas que "debería enseñar".

A pesar de ostentar la mayoría en el comité, la decisión de suspender las negociaciones fue adoptada por unanimidad, a pesar del planteamiento hecho inicialmente desde CCOO de no bloquear la mesa por el momento.

En cualquier caso, el conflicto se ha iniciado y el comité de empresa ya ha convocado para mañana, a la hora del bocadillo, una concentración de trabajadores en la planta por la decisión del grupo de paralizar las inversiones.