El exterior del Ayuntamiento de Zaragoza o la plaza del Pilar, el edificio del Casino de Huesca o la catedral de Teruel son algunos de los numerosos edificios emblemáticos de la comunidad que ayer apagaron sus luces de 20.30 a 21.30 horas para sumarse, un año más, a la llamada hora del planeta, una iniciativa de la oenegé WWF por el ahorro energético y contra el cambio climático.

Al apagón simbólico se sumaron alrededor de veinte ayuntamientos aragoneses, así como otros edificios representativos, como la sede central de Ibercaja en plaza Paraíso de Zaragoza, el exterior del edificio Paraninfo o los centros comerciales de Puerto Venecia, Grancasa o Aragonia. Aínsa apagó su alumbrado histórico y Jaca los fosos de la Ciudadela.

En la estación de Canfranc no se celebró el espectaculo que todos los días ilumina la fachada del emblemático edificio. Y el mudéjar turolense solo pudo ser intuido en penumbra en la catedral, la iglesia de San Martín y la torre de El Salvador en la ciudad.

En algunos casos la implicación fue más allá de darle a un interruptor para reducir el gasto en energía. Numerosos vecinos se congregaron en Zaragoza en la plaza de Aragón convocados por el consistorio para concienciar a toda la ciudad sobre la necesidad de consumir menos recursos. Y los responsables municipales han defendido esta semana que trabajan «día a día» por lograr un ahorro energético real de sus consumos a través del Plan Global de Ahorro Energético y de Reducción de Emisiones 20-20.

El Gobierno de Aragón también se sumó de forma activa a la campaña dejando sin luz su sede en el paseo María Agustín de la capital. «Este acto nos recuerda cada año que un pequeño gesto como apagar la luz puede tener una gran repercusión, ese es el mensaje, cada gesto cuenta y solo uniendo los pequeños cambios de millones de personas podremos construir un futuro posible, todas las acciones cuentan», expresaron.

La adhesión del Gobierno de Aragón fue acompañada también por algo más que un gesto simbólico. Desde la DGA quisieron destacar el apoyo institucional, el compromiso en la lucha frente al cambio climático y la difusión de la campaña desde su portal. En este sentido recordaron que el Ejecutivo autonómico viene apoyando distintas campañas frente al calentamiento global, para contribuir a tomar conciencia social de este grave conflicto ambiental, cuyo objetivo debe ser «pasar del pensamiento a la acción».

Con estos mimbres, todas las instituciones se unieron para hacer llegar a los ciudadanos la importancia de contribuir en lo posible. Hubo unanimidad a la hora de trasladarles pequeños gestos de responsabilidad como sustituir las bombillas de la casa por otras de bajo consumo o bajar el termostato de la calefacción.

Los responsables de la oenegé convocante advirtieron de que los pocos años que quedan de aquí al 2020 serán «cruciales» al ser esa la fecha en la que se analizará el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en la comenzará a funcionar el Acuerdo de París y en la que se evaluará el cumplimiento del objetivo 1 de la Convención de Diversidad Biológica.